De Celta a Celta y tiro por que me toca. No es el juego de la Oca, pero se parece. El Málaga CF ha conseguido su primera victoria de la presente Liga frente al equipo con el que consiguió la última la pasada temporada. Cinco meses han tenido que transcurrir y diez jornadas para volver a ver un triunfo del Málaga. Pero bienvenido sea. En un partido no apto para cardiacos del que voy a hacer una serie de consideraciones a través de los siguientes puntos:

1. Adrián, en el nombre del padre. No estoy hablando de la película de Daniel Day Lewis estrenada en 1993, sino de la curiosa circunstancia de que Adrián ha “abierto la lata” justo el día que más falta le hacía a su padre. Casualidades de la vida o no, el dato está ahí. Y en La Rosaleda no se ha hablado de otra cosa en el descanso del partido. Curiosidades aparte, cabe valorar la función que Míchel ha asignado a Adrián como acompañante de Recio. Desde que se fue Camacho, nadie ha podido sustituirle en esa zona del campo. Ya sea por las lesiones o porque los sustitutos del aragonés no son lo suficientemente buenos. El equipo que hoy ha dispuesto Míchel ha sido de circunstancia, y sabedor de que Recio está muy solo en la médular, Adrián –un futbolista ciertamente polivalente- lleva dos partidos actuando como pivote de apoyo del malagueño, cumpliendo en esa función.
2. La recuperación de Peñaranda y Chori Castro. Quizás sea la circunstancia más significativa de la leve mejoría que el Málaga ha experimentado en su juego en los dos últimos partidos. Si el entrenador madrileño es capaz de recuperar para el fútbol al joven Peñaranda, habrá conseguido un importante logro en beneficio del equipo. Es un futbolista de indudable calidad técnica para conducir y proteger el balón, no exento de velocidad y que va bien por alto. Además de la corpulencia física que le hace salir bien parado en los choques con los contrarios. Pero lo positivo de su juego hoy ha sido la brega constante cuando ha bajado al centro del campo para ayudar a los dos pivotes (Adrián y Recio). La importante labor de recuperar balones y subirlos hacia el marco contrario. Si Peñaranda continua en esta progresión, la delantera malaguista dejaría de ser una preocupación para este equipo. Borja Bastón, Diego Rolan y Adalberto Peñaranda podrían cumplir perfectamente su cometido de aquí al final de liga. Los problemas se concentrarían en la zona de creación y de ataque por bandas.          Chory Castro es lo más parecido al río Guadiana que podamos imaginar. Aparece y desaparece sin que sepamos el porqué -aunque en el caso del río sí se sepa-. Se le ve bien físicamente –extraordinaria jugada la suya, por velocidad, en los compases finales del partido- y con ganas de agradar. Es muy importante que el Málaga pueda contar con un futbolista de su solvencia en una de las bandas.
3. La actitud del equipo. Hoy hemos visto al Málaga muy metido en el partido desde el minuto uno. Presión e intensidad en todas las parcelas del campo. No ha habido bajada de brazos, ni desencuentro con Míchel a pesar de la bronca de vestuario tras el partido de Los Pajaritos. Se ha demostrado que el equipo está con el entrenador, de lo contario, la actitud en el día de hoy hubiese sido distinta. Hemos visto a Juanpi presionar la salida de balón del contrario. Y eso es noticia. Muchas veces hemos censurado su falta de intensidad o el querer jugar andando, a pesar de su indudable calidad. Sin haber hecho un gran partido, hoy hemos percibido una notable implicación del venezolano. Keko es otro futbolista del que la afición esperaba mucho y todavía ha demostrado muy poco. Ante el Real Club Celta de Vigo ha cumplido. Sin haber hecho un gran partido, ha entendido a la perfección el guión que había que seguir hoy: el de pelear para sacar al equipo del último puesto de la tabla. Resulta difícil que algunos futbolistas puedan dar el cien por cien cuando no tienen la continuidad necesaria cada domingo. La situación del equipo no es buena y el entrenador ha de probar con distintos futbolistas, lo que les resta nivel competitivo. Es el caso de Chori Castro, Keko, Peñaranda y Juanpi principalmente. Por eso tiene más mérito aún la victoria conseguida en la noche de hoy.
4. Equipo bien trabajado. No entiendo la opinión que se ha extendido de que el Málaga no está bien trabajado o que no sabe a lo que juega. Eso ocurría en el primer tercio de la liga del año pasado, pero no este. El Málaga no está en puestos de descenso porque no sepa a lo que juega o se observen grandes desequilibrios tácticos, lo está por un cúmulo de circunstancias que poco tienen que ver con el trabajo del entrenador. La falta de calidad de una plantilla que no ha encontrado el equilibrio en los nuevos fichajes; amén del bajón anímico experimentado tras los traspasos de este verano, están en la base de su mal juego. Y no digamos cuando las cosas no salen bien y las cabezas no van. Ojalá esta primera victoria sirva para desbloquear al equipo y soltarle en su juego.
5. La afición, de diez. Míchel ha destacado en rueda de prensa la importancia de nuestra afición que, en la noche de hoy, no ha parado de animar. Ha sufrido de lo lindo, con momentos de angustia, pero es algo a lo que ya está acostumbrada. 110 años de historia le avalan. La afición malaguista no quiere descender a Segunda División. Ni lo quiere ni lo merece. Una ciudad como Málaga no debería sufrir tanto cada año para permanecer en Primera División. No sé que hacen otros -aunque lo imagino-, que siendo modestos, se permiten el lujo de tener un delantero internacional con la selección española. O aguantar a los canteranos sin traspasarlos hasta que entran en UEFA. Ha sido la diferencia entre el Celta y el Málaga en los últimos tres años.

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