El Málaga paga los platos rotos del Elche (2-0)

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El Elche CF venía de encajar dos derrotas estrepitosas, una ante el Deportivo de la Coruña en Liga y otra ante el Córdoba CF en Copa del Rey. En los dos partidos había encajado la escandalosa cifra de ocho goles, cuatro en cada uno de ellos, por lo que el Málaga CF era el rival perfecto para desquitarse ante su afición. Y lo ha conseguido. Por este motivo decía Muñiz, en rueda de prensa previa, que iban mentalizados a que iba a ser un partido difícil. 

Cierto es que la victoria cosechada sobre el equipo blanquiazul, por dos tantos a cero, es demasiado abultada para lo que se ha visto sobre el terreno de juego, pero no es menos cierto que la imagen de este Málaga no es el misma cuando juega fuera de casa a cuando lo hace en La Rosaleda. Y esto es algo que hay que corregir. Ya sea un problema de mentalización o de planteamiento táctico de inicio, pero ha de corregirse. No parece normal que este equipo juegue a medio gas cuando hay tablas en el marcador y acelere cuando va perdiendo, o que salga revolucionado y, una vez que materializa un gol, se dedique a especular con el resultado.  

En el partido de hoy, las ocasiones claras las ha puesto el Málaga y los goles el Elche. El conjunto alicantino ha tenido más pegada. La suerte que lleva acompañando al Málaga desde que empezó la liga, en momentos claves, esta noche le ha sido esquiva, con el portero Francis en plan estelar. En el primer tiempo el Elche ha sido mejor a pesar de las dos ocasiones de gol que Blanco Leschuk ha desperdiciado; en el segundo tiempo el Málaga ha dominado, pero jugando de una forma muy precipitada. No es lo mismo jugar con intensidad que hacerlo de forma precipitada y los malaguistas han corrido todo el segundo tiempo como pollos sin cabeza. Han tenido 45 minutos para remontar el partido, y los han jugado de forma atropellada como si sólo tuviesen el periodo de prolongación. 

De la derrota de esta noche pocos futbolistas se salvan del suspenso. Hasta el portero Munir no ha tenido su mejor noche. En el segundo gol debió hacer más, quizás no estar tan adelantado en su posición a la hora de ejecutarse la falta directa. La defensa se ha mostrado más insegura que en otros partidos, al igual que el centro del campo. Es cierto que en Segunda División la lucha de gladiadores que se desarrolla en la medular por ver quién llega antes al balón es digna de encomio, y este Málaga raya a gran altura en este aspecto; pero a veces se echa de menos a un futbolista que sepa parar el balón, oxigenar la zona ancha y jugarlo con criterio. ¿Se acuerdan de un tal Sandro o Movilla que nos hicieron ascender hace 20 años? Pues eso.

Respecto al partido de Ontiveros, mejor no hablar hoy. No ha estado afortunado, como casi todos; pero deberíamos plantearnos si demasiada alabanza debilita. Incluso se puede perder la forma física si nos creemos que ya está todo hecho y hemos retornado a Primera. Hasta la jornada 10 ha sido el futbolista más destacado de este plantilla, pero Ontiveros no debe descentrarse. Ya sabemos que con Muñiz, el que se mueva no sale en la foto; y este famoso dicho también va por Juanpi, que esta noche no ha brillado como lo hizo el otro día ante el Albacete -a pesar del buen pase en profundidad a Blanco Leschuk del primer tiempo-. Como el refranero español es tan sabio, existe otro refrán que dice lo siguiente: camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Pues tendrán que tomar nota. 

Buen partido el de Blanco Leschuk. Este futbolista, aun cuando no vea puerta, siempre tendrá el aprobado. Casi todo lo que hace lo hace bien. El Málaga se debería plantear negociar la adquisición de este futbolista, antes de que suba su precio de mercado y lo fiche el Sevilla. De todas formas, tanto él como Harper necesitan un recambio de garantías. El delantero Koné sigue inédito. El Málaga no puede pretender aguantar toda la liga solo con Blanco y Harper. Se requiere a alguien con capacidad anotadora y cierta experiencia que pueda actuar como revulsivo o recambio de uno de los dos.

Si el Málaga es capaz de hacerse fuerte en La Rosaleda y ganar casi todos los partidos no debería tener problemas para ascender, pero también necesita sumar victorias fuera de casa. Un equipo líder ha de salir a ganar en todos los estadios. En Alicante ha vuelto a quedar demostrado que el punto débil de este Málaga son los partidos fuera de casa. Cabe analizar por tanto si es un problema de mentalización, de planteamiento e idoneidad del once inicial, de posibles cambios;  o en el peor de los casos calibrar la posibilidad de reforzar la plantilla en algún que otro puesto que el míster considere necesario si no tiene plena confianza en algunos de los futbolistas que son poco habituales.

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