En 1984 Moebius imaginaron y dibujaron una Venecia del agua había desaparecido de repente, dejando los edificios crecen en los acantilados asociación mineral sin fondo como excrecencias. Para aquellos que han estado en Sana’a esta hermosa invención del artista tiene un poco menos brillo. Hay ciudad imaginaria, más irreal, más o menos comparable a nada de lo que sabes. En un laberinto de estrechas calles de tierra a medida que aumentan los cañones, una tras otra, las torres prismáticas de cinco y seis pisos de yeso de barro naranja, perforado con ventanas estrechas, decoradas como una delicada joyeros verticales recercados de trabajo, las fronteras, resumidas en blanco cal. El origen de esta arquitectura prodigiosa es trivial si se quiere, una consecuencia lógica de las necesidades, estilo de vida, los materiales y la tecnología disponible, pero nada de esto explica la explosión de la belleza libre, encanto felicidad ininterrumpida infalible de cada gesto.
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