Los apasionados del mundo del toro y en general todos aquellos a los que les encante la arquitectura tienen una visita obligada si se encuentran en la localidad de Ronda, en Málaga: la Plaza de Toros, que tiene el privilegio de ser una de las más antiguas que existen en toda España.
En el siglo XVIII, y más concretamente en la segunda mitad del mismo, es cuando se lleva a cabo la edificación de esta singular construcción que fue realizada por Martín de Aldehuela, que es, al mismo tiempo, quien llevó a cabo el símbolo monumental de esta villa: el Puente Nuevo .
Plaza de Toros de Ronda
Su doble galería de arcos, que se asemeja al existente en el granadino Palacio de Carlos V, es una de las principales señas de identidad de este coso que se inauguró el año 1785 con una monumental corrida que corrió a cargo de los maestros Pepe Illo y Pedro Romero.
No obstante, hay que subrayar otras de sus características más identificativas como son sus 66 metros de diámetro, sus más de 130 columnas toscanas o su tejado de teja árabe. Elementos todos ellos, y otros muchos más, que hacen que la Plaza de Toros de Ronda sea considerada no sólo una joya artística sino única. De ahí que a lo largo de su historia haya recibido la visita de ilustres personajes como el escritor Ernest Hewingway.
Actualmente en ella no sólo se puede disfrutar de los distintos festejos taurinos, entre los que destacan los goyescos que organizan habitualmente los toreros de la saga Ordóñez, sino también del Museo de la Tauromaquia y de una interesante exposición de armas antiguas.