Santiago de los Caballeros, fundada en 1543 en un sitio espectacular, con un solo gesto suerte, se convirtió en su tiempo capital colonial de América Central y tercera ciudad más grande del continente, después de México y Lima. El terremoto que asoló en 1773 no fue la primera o tal vez el peor (sesenta años antes había sido completamente destruido), sino la capacidad de levantarse y ponerse a trabajar y debe ser reducido en gran medida por los desastres regulares. El poder civil, llevando consigo decidió mudarse a los nobles, las órdenes religiosas y la mayoría de la población a una base más segura, pero algunos irreductibles decidió quedarse: cortar las rutas comerciales y los centros de decisión, de la ciudad, conocida desde entonces como Antigua Guatemala, se embarcó en una lenta agonía que uno quiere imaginar dulce.
Tiempo congelado. (Antigua / Guatemala)
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