Un anónimo puso a la policía sobre la pista. La carta revelaba la existencia en Málaga de un pederasta septuagenario que llevaría más de tres décadas corrompiendo a menores. Tras meses de investigación, los agentes han comprobado que la información era cierta y, además de detener al sospechoso, han logrado identificar a una veintena de sus víctimas, aunque la cifra podría ser mayor.
Según las pesquisas policiales, el individuo presuntamente atraía a su domicilio a chicos -varones-, a los que embaucaba mediante la entrega de una gran variedad de regalos, drogas y dinero, al fin de obtener de ellos imágenes y encuentros de índole sexual.
La investigación, llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo de Menores (Grume) de la Comisaría Provincial de Málaga, se inició el pasado mes de febrero, a partir de la carta anónima que se recibió en comisaría.
Los investigadores iniciaron las pesquisas sobre el sospechoso, que resultó ser un septuagenario que vivía solo y no tenía descendencia. Las pesquisas revelaron que las relaciones sociales que mantenía el investigado se limitaban casi en exclusiva a encuentros con jóvenes provenientes de familias desestructuradas, a los que acompañaba incluso en sus rutinas. Incluso, habría llegado a pagar la cuota para el gimnasio a ocho chicos, mayores y menores, tras hacerse pasar por familiar de ellos. También se comprobó que es una persona muy activa en redes sociales, con miles de seguidores, siendo la gran mayoría menores.
Los investigadores siguieron tirando del hilo. Así, constataron que alguna de las víctimas, sin parentesco con el investigado, tenía móviles a nombre del sospechoso. Además de telefonía, el septuagenario regalaba ropa a los chicos -como un traje para la graduación de uno de ellos-, y les facilitaba dinero y drogas, según la Policía Nacional.
Asimismo, los agentes observaron que al domicilio del investigado acudían los chicos y permanecían largos periodos de tiempo en el inmueble. Al parecer, el sujeto había creado un clima acogedor para ellos, con acceso a drogas y alcohol, una videoconsola y televisión por cable -con canales de fútbol y música.
El número de víctimas asciende a una veintena, entre menores y jóvenes que ya han cumplido la mayoría de edad, si bien la cifra de perjudicados podría ser mayor, según apuntan los propios investigadores.
La Policía Nacional detuvo al sospechoso el pasado 7 de julio por su presunta implicación en los hechos, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha finalizado la investigación con el volcado y análisis de una ingente cantidad de material informático intervenido en su domicilio y que equivale a más de 70.000 folios en formato pdf, que incluyen imágenes con menores desnudos y, en algunos casos, manteniendo relaciones con el arrestado, así como instantáneas en las que se observa a menores consumiendo 'gas de la risa' y alcohol en el salón del inmueble.
En el registro efectuado en la vivienda del sospechoso se hallaron numerosas botellas de alcohol, una videoconsola, chucherías, tabaco, hachís, una cantidad abundante de paquetes de macarrones y tomate frito, numerosos paquetes de calzoncillos sin abrir, entre otros efectos.
El investigado, que se encuentra en libertad con cargos, está pendiente de juicio.