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El Costa del Sol fue mejor que el Gloria Buzau en los 120 minutos de la eliminatoria europea. | GREGORIO MARRERO
Semana y media después del triunfo del Balonmano Costa del Sol Málaga ante el Gloria Buzau rumano en la eliminatoria de la EHF European League, la Federación Europea de Balonmano (EHF) todavía no ha validado la victoria de las costasoleñas, tras el recurso presentado por el equipo rival, alegando supuesta alineación indebida de Isa Medeiros.
La extremo brasileña participó en el partido sin estar inscrita en el acta por un error del delegado de la EHF, que se olvidó de incluir su nombre en el acta del partido, sin que nadie del cuerpo técnico de las «panteras» se diera cuenta del error del representante federativo.
El pasado lunes acabó el plazo de alegaciones previsto para que todas las partes ofrecieran sus argumentos al respecto de lo ocurrido en el partido jugado en Carranque. El Balonmano Costa del Sol ha incidido en su escrito en que hubo un error puramente administrativo, que no generó ningún daño al equipo rival y que fue sin mala fe. Los rectores costasoleños confían que una vez se estudien sus alegaciones y se contrasten con las que el propio delegado de la EHF presente en el partido, el maltés Matthew Mamo, ha enviado también para explicar lo ocurrido, la petición que ha hecho el Gloria Buzau de que se le dé el partido por perdido a las «panteras» y por consiguiente el pase a la siguiente ronda que sea para las rumanas, no se acepte.
El deseo del Costa del Sol es que todo quede en una sanción económica por la cadena de errores que provocaron que Isa Medeiros jugara el choque sin antes ser inscrita en el acta del partido. Pero nada más.
De momento, la EHF sigue sin dar a conocer el fallo final a este litigio que tiene una cuarta parte implicada, el Motherson Mosonmagyarovari KC de Hungría, que una semana después del sorteo del siguiente cruce de esta European League 2022/2023, todavía no sabe si tendrá que jugar contra el equipo que se ganó deportivamente en la pista su presencia en la tercera eliminatoria continental, el Costa del Sol Málaga, o tendrá que hacerlo contra el equipo que lucha en los despachos por conseguir lo que perdió sobre el parqué, el Gloria Buzau de Rumanía.
Hay que especificar que la EHF no tiene un Juez de Competición ni un Comité de Competición, como hay en otros deportes, encargados de estudiar este tipo de cuestiones. Tras acabar el tiempo para recibir las alegaciones, se ha formado ahora un Tribunal compuesto por tres miembros de la EHF, ajenos a los países de los equipos implicados, que serán los que decidirán quién tiene la razón y quién sigue adelante en la European League.
En el club costasoleño hay calma tensa. Optimismo porque el desarrollo de los acontecimientos aquel sábado en Carranque parece que les libera de la «culpa principal» de lo que allí ocurrió, pero también con el miedo de saber que su rival rumano, un club mucho más poderoso económicamente y con mayor tradición europea, está apretando fuerte para buscar la eliminación de las malagueñas.
La resolución final no debe alargarse mucho. ¿Será favorable para el Costa del Sol Málaga? Veremos.
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