El primer partido del año será ante el Tenerife este sábado. El entrenador del Málaga, Pepe Mel, quiere ratificar «las buenas sensaciones» y regalar un triunfo a la afición
El primer partido del año en La Rosaleda será el Málaga-Tenerife este sábado. Este jueves se ha vivido un adelanto con un entrenamiento de puertas abiertas. Más de cinco mil personas se han dado cita en las gradas, con muchos niños que han agotado las entradas infantiles regaladas por el club en este día tan especial. El entrenador del Málaga, Pepe Mel, quiere regalarles un triunfo. Espera que su equipo mantenga la buena «sensación del partido ante el Alavés», anterior cita en LaLiga SmartBank, en la que la formación andaluza se impuso 1-0.
«Estuvimos bien y conseguimos los tres puntos, es una forma de seguir avanzando. Además es un partido donde se puede conseguir la segunda victoria consecutiva y pasaríamos al siguiente dígito, de veinte puntos, aunque todos los partidos de esta segunda vuelta son vitales», subrayó el entrenador madrileño en la rueda de prensa que ofreció después de la sesión de trabajo.
Pepe Mel destacó que el parón por las fiestas de Navidad y Fin de Año «no venía bien, pero ha servido para enlazar cosas buenas», y añadió que han tenido dos etapas de entrenamientos «la doble sesión el día 29 y después los de la vuelta en este año». «Espero que sea una continuación de lo que ocurrió ante el Alavés. Espero esa continuidad y que sea todo diferente a lo vivido este año. Espero que el 2023 sea muy bueno», recalcó Mel en el intento que el equipo salga de la zona de descenso.
El preparador del Málaga no podrá dirigir a su equipo ante el Tenerife desde el banquillo, ya que fue sancionado con dos partidos por su expulsión con roja directa en el enfrentamiento contra el conjunto vitoriano, por lo que será su segundo, Nacho Pérez, el encargado de ofrecer las directrices a los jugadores, por lo que Mel, al respecto, dijo que «lo va a hacer bien y hay un cien por cien de seguridad en él».
También se refirió a la afición, que en el entrenamiento de este jueves se personó en el estadio de La Rosaleda en un número que rondó las cinco mil personas: «Os lo dije un día, lo hablé con los jugadores, que tienen mucha suerte de estar en esta ciudad y en este equipo, porque en otros lugares no ocurre».
Mel apeló, en este sentido, a la necesidad de «sacar al club de la situación en la que está», con el equipo penúltimo en la clasificación con 19 puntos, y destacó que aun así seguirían «en deuda por todo» lo que da la afición.