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Una empleada de un negocio de hostelería en Málaga. Alex Zea
El tercer trimestre del año, correspondiente al periodo de verano, ha dejado buenas noticias para el mercado laboral de la provincia de Málaga, que ha firmado un descenso del desempleo y un nuevo récord de ocupados. El paro ha bajado entre junio y septiembre en 13.900 personas para dejar el total en 131.300 desempleados, según la nueva oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística. La caída es la segunda mayor del país tras la de Baleares (22.500). La tasa de paro provincial en Málaga se sitúa ahora en el 15,89% de la población activa, casi dos puntos por debajo del trimestre anterior (17,76%) y más de cuatro puntos por debajo que hace un año (20,18%). La tasa mejora incluso la época de la prepandemia (en 2019 era del 18,09%). De hecho, es la más baja desde enero de 2008, justo antes de que estallara la famosa crisis económica.
Cabe también destacar que la tasa de desempleo de Málaga está más de tres puntos por encima de la nacional (12,67%) y más de dos puntos por debajo de la andaluza (18,98%).
A nivel anual, Málaga ha reducido un total de 34.800 desempleados en los últimos doce meses y se sitúa con la segunda cifra más reducida de parados más reducida de los últimos 14 años, sólo ligeramente por detrás de la que se registró en el último trimestre de 2018 (129.000). El descenso interanual del paro en Málaga es el quinto más intenso a nivel nacional, tras los de Sevilla (47.100), Alicante (40.500), Barcelona (39.500) y Las Palmas (37.500).
En lo relativo al empleo, los datos de la EPA reflejan también un incremento de las personas que están trabajando, firmando además un nuevo récord de ocupados en la serie histórica. El tercer trimestre se ha cerrado con 695.100, lo que supone un incremento de 23.100 respecto al trimestre anterior. Sólo Baleares, Barcelona y Sevilla han tenido crecimientos más altos entre junio y septiembre. En la comparativa interanual, Málaga tiene ahora 38.400 ocupados más que hace un año.
Por sectores, el número de ocupados creció durante el tercer trimestre en el sector servicios (de 550.300 a 572.100, con un saldo de 21.800), en la construcción (que ganó 2.300 trabajadores y ahora está en 62.600), y en la industria (sumó 1.600 para un total de 39.500). El único descenso se produjo en la agricultura, donde descendió en 2.700 personas para quedarse con 20.900 ocupados.
Las cifras de población activa de Málaga (la que está en edad y disposición de trabajar) también siguen en aumento y registran un nuevo techo histórico: la provincia ha pasado de 817.200 a 826.400 en el último trimestre, con una subida de 9.200 personas. Y pese a este incremento, Málaga ha creado mucho empleo, lo que evidencia la fuerte actividad laboral que se ha vivido este pasado verano. Málaga tiene ahora 3.600 activos más que hace un año.
La secretaria de Empleo y Formación de UGT Málaga, Leonor Gálvez, ha comentado que los datos de la EPA son positivos, aunque sin olvidar que reflejan la situación de estacionalidad veraniega de la provincia. «Nos tememos que de cara al próximo trimestre la situación será peor, y que se asemejen más a los resultados obtenidos en el resto del país en este trimestre», ha opinado.
«Volvemos a reivindicar la necesidad de subir los salarios de poner en valor la negociación colectiva como herramienta necesaria para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y sus salarios. No es sostenible que tener empleo signifique seguir siendo pobres y no llegar a final de mes. La inflación, el coste de la vivienda, está causando una mella importante en el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras y empieza a ser insostenible», ha advertido.
La secretaria de Empleo y Formación de CCOO de Málaga, María José Prados, ha coincidido en el análisis. «Toca seguir defendiendo las subidas salariales en convenio y en el SMI para que la crisis no apalee de nuevo a las familias trabajadoras y a las más vulnerables«, ha comentado.
Tanto UGT como CCOO saldrán a la calle el próximo 3 de noviembre en una movilización convocada en Madrid para reivindicar «subidas salariales justas y necesarias».
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