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20 años protegiendo la naturaleza y el mar. Preservando la biodiversidad. Luchando contra el cambio climático. 20 años promoviendo alianzas internacionales e intercambio de soluciones. Transformando la sociedad. 20 años logrando Mediterráneo. Son los objetivos del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, con sede en Málaga, que estos días celebra su aniversario.
El Mediterráneo evoca belleza, cultura, historia y también riqueza social y económica. Un patrimonio natural que comparten todos los pueblos de la región y que está considerado el tercer punto caliente de biodiversidad más importante del mundo.
Para luchar contra estas amenazas la UICN ha desarrollado varios estándares internacionales que constituyen una referencia para la conservación de la naturaleza. La Lista Roja de Especies Amenazadas, la Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas y el estándar Soluciones basadas en la Naturaleza.
En los últimos años los esfuerzos se centran en paliar los efectos del cambio climático. El Mediterráneo se está calentando un 20% más rápido que la media mundial, lo que se traduce en un aumento de las temperaturas y una disminución de la pluviometría y de los recursos disponibles. Estos impactos no pasan desapercibidos en uno de los principales sectores económicos de Andalucía, el turístico, en especial en la Costa del Sol.
Uno de los mejores ejemplos de los logros conseguidos por este centro es el programa de restauración ambiental, adaptación al calentamiento global y conservación de especies en Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Hasta el momento, gracias a pequeñas subvenciones, más de 80 pequeñas asociaciones han actuado en áreas protegidas o zonas de alto valor para la biodiversidad.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza también colidera varios proyectos europeos dedicados al medio ambiente, los programas LIFE ADAPTAMED y LIFE BLUE NATURA. Sus objetivos son proteger los servicios ecosistémicos en Cabo de Gata, Doñana y Sierra Nevada; y cuantificar los depósitos de carbono y las tasas de secuestro de esta fuente de energía en las praderas de fanerógamas marinas de Andalucía.
Unos proyectos que unen ciencia, política, gestión y acción para conservar la naturaleza y acelerar la transición hacia un desarrollo sostenible.
