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El precio del pan ha aumentado unos 15 céntimos en los últimos meses. Álex Zea
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La cuesta de enero ya está aquí y se suma a la ascendente inflación, sobre todo en la cesta de la compra. Según los últimos datos, el IPC interanual está en el 7,4% en Málaga, seis décimas por encima del dato del conjunto de España (6,8%).
Y uno de los productos en los que más se está notando esta subida es el pan. Los panaderos de la provincia no pueden más y piden soluciones a una situación casi insostenible. En octubre, este periódico hablaba con este gremio que – ya por aquel entonces – se quejaba de los altos costes de producción. En Málaga, el precio de la harina y la levadura se había duplicado y subido concretamente un 103% más.
Casi tres meses después, la situación no ha mejorado. Y los panaderos siguen en pie de guerra y han vuelto a apagar los hornos de los establecimientos durante 15 minutos.
Sus quejas se centran en los altos costes de las materias primas y la energía. Algo que denuncia Enrique Huertas, presidente de la Asociación de Panaderos de la provincia de Málaga: «El problema es que los costes de la materia prima se han disparado en muy poco tiempo. En tan poco que no puedo repercutir la subida en mis productos, no puedes subir el pan todas las semanas», afirma.
El precio del pan ha aumentado unos 15 céntimos en los últimos meses, algo que Huertas califica de «ruina» y exige ayudas al Ejecutivo. «Nos estamos ahogando», recalca.
El coste de las materias primas es el siguiente hándicap: «La harina ha subido un 130%, los plásticos, cajas y bobinas de empaquetar el pan, otro 30%. Todo esto ha sido en apenas un par de meses. Y si no bajas el precio perjudicas a la sociedad», asegura.
Por ello, entre las soluciones que plantea Huertas una de ellas es «fijarse en el modelo de Francia». En el país galo «el Estado va a subvencionar la baguette. ¿Por qué el Gobierno no nos ayuda?», recalca.
La debacle económica se nota en las ventas. Así lo confirma una panadera del Centro de la ciudad: «La barra antes costaba 70 céntimos o así, ahora va por 85 céntimos . O más de un euro en algunos casos. Entiendo que el consumidor vea este precio y prefiera irse a grandes supermercados, donde te venden tres barras por un euro», lamenta.
La eliminación de carácter general de la bonificación de los 20 céntimos de la gasolina también afecta de lleno al gremio. Enrique Huertas explica que «muchos de nuestros hornos funcionan con gasoil, además de nuestros vehículos que distribuyen pan». Por eso, el presidente de la plataforma pide «al Gobierno que nos incluyan como beneficiarios de la bonificación».
Los panaderos se enfrentan a problemas económicos y laborales. Los económicos son obvios, mientras que a nivel laboral «los empresarios no pueden pagar a sus trabajadores», cuenta el presidente de la Asociación de Panaderos de Málaga.
Las consecuencias ya se empiezan a notar. La Confederación Española de Panaderías (Ceoppan) cifra en 600 las panaderías que han cerrado. En Málaga, Huertas alerta que ya la mitad de los obradores han cerrado: «Se ha pasado de 400 a 200».
Los panaderos confiesan estar hartos y exigen soluciones. De no ser así, la posibilidad de convocar una huelga está sobre la mesa: «Se está hablando de seguir presionando a ver si la administración nos escucha. Queremos dialogar sobre todo. Pero si vemos que esto no sucede no descartamos ir a la huelga», asegura el Enrique Huertas.
Todas estas protestas están apoyadas y secundadas por la Confederación Española de Panaderías (Ceoppan). Esta plataforma reclama ayudas que mitiguen el aumento de los gastos en las más de 12.000 microempresas y pymes del sector.
Para paliar esta situación, la primera medida del Gobierno para este 2023 ha sido eliminar el IVA de los productos básicos de la cesta de la compra. Una rebaja en la que se incluyen la leche, los huevos o la pasta y, por supuesto, el pan y la harina.
La noticia de la eliminación del IVA de estos productos provoca cierta incertidumbre y descontento entre los panaderos malagueños. Muchos se quejan de que la rebaja es apenas de unos pocos céntimos: «Se ha rebajado unos 4 céntimos. El pan ahora cuesta menos, pero a mí me cuesta el mismo precio hacerlo. Esto ya no es rentable, por eso cierran tantas panaderías», recalca.
Mientras otros ni siquiera han bajado el precio de sus productos, tal y como nos confiesa una panadera.
Por su parte, Ceoppan está de acuerdo con la bajada pero pide «ayudas más específicas para la supervivencia de los pequeños negocios».
Los trabajadores del gremio también tienen sus propias quejas. Y es que reclaman que el convenio se actualice: «Veo que hablan mucho de los hosteleros y otros sectores, pero el del pan está olvidado por completo».
Según esta panadera, «debe haber más inspectores de trabajo, porque se vulneran muchos derechos», indica.
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