Un contenido de:
María Naranjo
El Málaga CF se queda un año más fuera de la Copa del Rey en una ronda demasiado temprana y ante un equipo de inferior categoría como es el Nàstic de Tarragona. Dos errores infantiles en defensa dieron la oportunidad a los de Raúl Agné de adelantarse hasta en dos ocasiones gracias a los tantos de Pol y Pablo Fernández y de nada sirvió que N’Diaye empatara a uno antes del descanso.
Otro ridículo copero del conjunto, a pesar del empeño de Pepe Mel por seguir adelante en la competición del KO. Si la imagen genérica no fue del todo mala, los dos fallos atrás fueron absolutamente determinantes para aupar al Málaga de la Copa.
Sin ocasiones claras para ninguno de los equipos, el Málaga estaba siendo claro dominador del balón, pisando mucho campo rival y acechando la portería de Parra. Cuando el Nàstic empezó a sentirse algo más cómodo, aprovechó un error colectivo en defensa tras un saque de banda, con Manolo Reina fuera de su sitio, y con hasta dos rechaces antes de que Pol consiguiera enviar el balón al fondo de la red, completamente solo al intentar tapar una portería que estaba vacía. Minuto 13 de partido y el marcador en contra.
Con paciencia, el Málaga recuperó la pelota y fue replegándose y volviendo a entrar en terreno hostil, aunque no conseguían poner en peligro la meta local. Pasada la media hora de partido, cuando se estaba viendo un centro del campo algo disuelto y problemas para los jugadores de banda para crear centros, Luis Muñoz se inventó una jugada para dejársela a Bustinza que puso un centro medido que N’Diaye remató a gol desde el corazón del área. El luminoso del Nou Estadi volvía a ponerse igualado.
Se recuperaba anímicamente el Málaga, pero las subidas del Nàstic generaban inquietud cuanto menos. Tuvo que volar Manolo Reina para evitar que un saque de esquina al primer palo cabeceado por Montalvo acabara dentro de su portería. Los últimos minutos de la primera mitad fueron algo más dubitativos y acabó llegando el descanso con esa igualdad en el marcador.
La segunda mitad comenzó con un Málaga intenso que quería buscar con rapidez el segundo tanto. En la primera jugada, Ramón envió un centro a Fran Sol, que lo intentó de cabeza pero se le acabó marchando desviado. El delantero apenas había podido tocar la pelota hasta el momento.
El Nàstic ganó terreno gracias a la entrada de Pablo Fernández, que dio aire al conjunto tarraconense en ataque. Estaban empezando a necesitarse cambios en las filas malaguistas y Mel demostró que la Copa en el Málaga no se tira, pues dio entrada a Febas y a Villalba, moviendo a Issa a banda derecha, su espacio natural. Mejoró ostensiblemente el equipo malacitano, aunque no terminaba de romper, por lo que tiró de Rubén Castro.
Le costaba avanzar al Málaga. Tuvo Villalba un disparo fantástico que atrapó el portero rival y en la siguiente jugada, Pochettino acabó centrando, Ramalho despejó muy flojo y Ramón no fue capaz de controlar, dejando a Pablo Fernández vía abierta para que anotara el 2-1. Las desconexiones volvían a condenar al equipo blanquiazul.
Apretó el cuadro de Mel, tratando de meterse en el área del Nàstic para forzar la prórroga. Pero los balones no llegaban a traspasar la línea y, con demasiado poco tiempo de descuento, apenas tres minutos, el partido finalizó y el Málaga, una vez más, cayó en la Copa del Rey ante un equipo de menos categoría.
Creo que os equivocáis, el sorteo dirigido nos hubiera deparado un rival de 2ª, no pasa nada por ser eliminados de la Copa, no está el Málaga para distracciones…
No os preocupeis, que tenemos a Manolo Gaspar buscando algún lesionado o jugadores que vengan diez meses sin jugar y después nos quejamos de que tenemos mala suerte con las lesiones.
killo jose fichar ahora al izco del sevilla lo han echado por su chuleria en un año tendréis que vender hasta los terrenos de la rosaleda menudo tango el tal izco y su mujercita por eso no lo quería ya ningún entrenador del madrid
Un año si y otro también el Malaga eliminado de la Copa. Conociendo y sabiendo este entrenador y estos jugadores lo importante que hubiese sido pasar de ronda porque, entre otras cosas, nos podía caer en suerte un Barcelona o un Madrid que hubiese incrementado algo la situación económica del club, van estos ineptos y pierden la eliminatoria. Estos jugadores, mejor dicho estos inútiles no tienen perdón De Dios, no tienen amor propio, pasan olímpicamente de la afición y de todos aquellos que amamos el Malaga. Toda la escoria futbolística de España y parte del extranjero, tienen cabida en La Rosaleda para hacernos de sufrir jornada si y jornada también por eso son merecedores que los seguidores malaguistas los vituperemos y le digamos pringuezorras porque no se merecen otra cosa estos desgraciados.
¡Qué vergüenza! Un año más a la calle con una patada de un modesto… A ver ahora qué paños calientes nos ofrecen…
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