Y seguimos hablando de la medalla a la Virgen del Amor

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Foto: Rafael J. Gómez

Cuatro años después seguimos hablando de la medalla concedida a la Virgen del Amor del Rico, por la Policía Nacional. Aquella medalla que  un político, como no, vino a Málaga, a colgársela del pecho a la Virgen de la popular Cofradía del Miércoles Santo.

Desde ese día, el nombre de la Virgen del Amor ha estado, muy a pesar de muchos cofrades de esta ciudad, en programas del corazón, de crónicas políticas y de juzgados y ha sido objeto de burlas varias en otros tantos programas, difíciles de calificar, por su baja calidad  moral y ética. Y ha terminado en los juzgados.

Todo por una medalla, que a mi entender, nunca debió de ser regalada la Virgen del Amor. Y expongo mis razones:

-Nada que venga de la mano de un político, puede tener cabida dentro de una Cofradía, porque todo lo hacen es de cara a la fotografía y por interés propio. Bien harían muchas Cofradías desvinculándose de esa  “foto” con el político de turno.

-La segunda razón es que no era el “regalo” adecuado. A la Virgen se le regala flores, se le organizan misas y septenarios, se le ofrecen  rosarios, pañuelos y fajines, se le hacen menciones, se le declara “protectora“, para el que lo sienta así. Un sin fin de posibilidades, pero no la medalla al mérito policial.

Quién me conoce, sabe que no soy sospechoso. Para mi una Cofradía, una Imagen, un Nazareno en la calle, es intocable. Pero hay una raya que el cofrade, no debe ni puede pasar. Y algunas veces el cofrade,  pensando en alagar a su imagen, pasa esa raya. Y si la Cofradía no  sólo no acepto la “presea“, sino que además la pidió, bajo mi criterio, la metedura de pata es doble. No tengo nada en contra de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús el Rico, Dios sabe que es todo lo  contrario. Por eso me duele tanto este hecho. ¿No había nada mejor que ofrecerle? ¿No había nada mejor que regalarle? Algo que sólo hubiese  tenido como protagonistas a la Policía y a ella.

No se le ha hecho “ningún favor” a la imagen, preciosa imagen de la Virgen del Amor. Ella luce lo mismo con esa medalla en el pecho, que  sin ella.

Ya, una vez que los tribunales han terminado su trabajo, esperemos,  que todo se olvide, y el nombre de la Cofradía, y de la Virgen del Amor no este más en boca de tertulianos de medio pelo de programas  cutres y por supuesto en los juzgados.

A los cofrades del Rico, decirles que lo aquí expresado, lo hago desde  el corazón, desde el respeto por una decisión, que bajo mi criterio, entiendo desafortunada, y espero que nos sirva a todos para  reflexionar hasta donde podemos llegar y con quién nos podemos aliar.

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