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El pasado jueves publiqué en BlogMálaga un artículo de opinión sobre el incidente acaecido esta semana tras el partido jugado por el Barcelona ante Osasuna. En rueda de prensa posterior, Luis Enrique se tomó a chufla la posibilidad de que el Málaga le pudiese ganar al Real Madrid en el último partido de liga. De forma irónica desconfió de la profesionalidad de los futbolistas del Málaga y por ende, de la entidad blanquiazul.
La reacción del jeque en redes sociales me pareció desaforada y fuera de lugar, como casi todas las que lleva a cabo en twitter, su medio de comunicación preferido. La forma en la que llevó a cabo su queja no me pareció la más adecuada, aunque sí tengo claro que alguien ha de levantar la voz, y más, teniendo en cuenta que el futbolista Gerard Piqué, tras el partido de anoche ante el Español, se ha sumado a la ofensiva de Luis Enrique y ha vuelto a desconfiar de la profesionalidad de los jugadores del Málaga. Piqué ha declarado lo siguiente: “Puedes perder puntos en todos los campos, hasta en el campo del Málaga a pesar de los comentarios…”
El central del FCBarcelona se distingue por ser un futbolista polémico en el fútbol español. A dónde va, le acompaña la polémica, ya sea en su club o en la selección española. Si dentro del terreno de juego es un extraordinario central, fuera del mismo se comporta de forma chulesca y provocativa. Todos recordamos los escupitajos que dirigió al expresidente del Valencia, Pedro Cortés, en el autobús dispuesto para celebrar la consecución del Mundial. Luego se sorprende de que no lo reciban bien en los estadios, pero es el primero en echar leña al fuego ante cualquier asunto que pueda surgir en torno al fútbol. A su habitual torpeza para mezclar fútbol y política, suma su desvergüenza para provocar a todos los actores que se enfrentan a él en un terreno de juego.
A todo esto, Javier Tebas, presidente de la Liga, sólo tiene ojos para denunciar a los modestos, ya que con los fuertes se siente impotente. Más bien podríamos decir que lleva años protegiendo los intereses de los poderosos, frente a los del resto, en una liga completamente intervenida por sus normas del límite salarial y del fair play. No es casualidad que a Javier Tebas le canten el “vete ya” en todos los campos, menos en algunos, donde perciben su especial protección. También las cavernas mediáticas deportivas tienden a protegerlo. A los grandes no les va mal con Tebas. Lástima que la mayoría de los modestos le sigan el juego, bajo el pretexto de que es un buen fiscalizador de sus cuentas. Vergüenza les debería dar permitir que alguien les fiscalice porque no son capaces de dirigir sus clubes con sentido empresarial y no meramente especulativo.
Pues bien, pondremos el cronómetro en marcha a la espera de que Tebas se pronuncie sobre las declaraciones de Piqué en el día de ayer. O sólo piensa censurar las palabras del jeque.
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