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Se acabó el sufrimiento. El MálagaCF ha certificado esta noche su descenso a Segunda División. Diez años después volverá a jugar en la categoría del plata del fútbol español. Cuando días atrás, José González, entrenador del Málaga, intentó consolar a la afición declarando que todos los equipos de la liga, a excepción de Real Madrid, FC Barcelona y Athlétic de Bilbao, habían descendido alguna vez, no dijo toda la verdad, porque el Málaga no ha descendido una vez, lo ha hecho en 13 ocasiones a lo largo de su historia -once bajo la denominación de C.D Málaga y dos como Málaga CF-. De forma excepcional lo han hecho otros equipos, como el Valencia, Atlético de Madrid o Villarreal; pero para retornar rápidamente a Primera. Real Betis Balompié, Real Murcia, Atlético Osasuna y Málaga son los equipos ascensores por antonomasia de la Liga española.
No todos los descensos son igual de dolorosos. El de este año lo ha sido, pero nada comparable al que se produjo en los años 80 en la infausta tarde en la que los astros se alinearon para que el Betis se quedara en Primera y el Málaga descendiera. Desde entonces, muchos malaguistas no volvieron a pisar La Rosaleda. La sombra de la sospecha de un amaño no dejó de flotar en el ambiente.
Este año ha sido distinto. La afición ha tenido tiempo de prepararse para el triste y dramático final que hemos vivido esta noche en estadio Ciudad de Valencia. Es triste decirlo, pero hemos llegado a desear una rápida defunción ante la larga agonía deportiva del equipo. La única ventaja: poder anticipar la planificación de la próxima temporada. La única esperanza: volver a disfrutar de triunfos y de goles en la Rosaleda, aunque sea en Segunda.
El Málaga ha descendido con 51 goles en contra y 20 a favor. Cinco equipos de la liga han encajado más goles que el Málaga: Sevilla, Betis, Real Sociedad, Las Palmas y Deportivo de la Coruña; y otros dos están a la par: Girona con 50 y Levante con 48. Para ser colista, no está nada mal. Aquellos que buscan culpar del descenso exclusivamente a los jugadores para exonerar de culpa al propietario obtienen aquí una contundente respuesta. Un equipo que no pone intensidad o que no suda la camiseta con profesionalidad, no arrojaría esta cifra de goles en contra, sino muchos más. El Málaga retorna a Segunda por su pésima calidad para generar fútbol de ataque y materializar goles. La prueba la hemos tenido esta noche en el Ciudad de Valencia, donde se ejemplifica bien lo que ha sido toda la temporada, un equipo que hace un gran derroche defensivo, que pierde por la mínima, pero es incapaz de perforar la portería contraria. Ante estos condicionantes, los adversarios no perdonan en la primera ocasión que tienen, aunque sea en el minuto 92 como ha sucedido hoy. El MálagaCF ha llevado el peso del partido en todo momento y ha sabido maniatar al cuadro levantino, pero se ha mostrado incapaz de materializar las ocasiones que ha generado. Y así es imposible. También sería el momento de preguntarle al técnico malaguista sobre la titularidad de tantos jugadores veteranos. José González, en vez de estar fogueando y explorar las capacidades de los más jóvenes, se está dedicando a foguear a Lacen, Chory Castro, Borja Bastón, Iturra, Miguel Torres… Nos gustaría saber la causa de la suplencia de En-Nesyri para que juegue en su lugar Ideye. ¿Qué méritos ha contraído el nigeriano para dejar en el banquillo al marroquí? En fin, polémicas que ya no tienen sentido, dadas las circunstancias.
Ahora toca pensar en el futuro inmediato y en cómo devolver la ilusión a la afición. Y la preocupación debe ser máxima. Esta ciudad y esta afición deben reaccionar. El jeque no puede ni debe seguir dirigiendo este club. No puede ser la solución el que ha generado el problema. El descenso del equipo es algo que muchos intuíamos desde que empezó la descapitalización del club hace cuatro años, porque no es la primera vez que sucede en Málaga y estamos curados de espanto. El jeque Al Thani, teniéndolo todo a su favor, ha demostrado no querer a este club y solo pensar en el beneficio económico de una política especulativa sostenida en el tiempo. Ha despreciado a esta ciudad y a su afición, a los 25.000 abonados que han llenado las gradas cada domingo. Pero lo peor de todo ha sido que ha dilapidado el patrimonio del Málaga, que es su cantera -una de las tres mejores de España-. ¡Y pensar que hace dos temporadas alcanzamos cuartos de final de la Copa del Rey con un equipo plagado de canteranos! No nos ha quedado ni uno aprovechable, bueno, sí, Mula, y ya veremos lo que tarda en convertirlo en “cash” para que no lo veamos más por La Rosaleda.
Lo más sensato para cualquier presidente que ha fracasado sería dejar su puesto y buscar un comprador para el club, pero todos sabemos que sobre el mismo pesa la medida cautelar impuesta por la juez del caso Bluebay que impide su venta hasta que no haya sentencia firme. Como la justicia en España camina a paso de tortuga, no sería mala idea sugerir modestamente a la juez la aplicación de otra medida cautelar, a saber, que la propiedad no pueda disponer de los ingresos que por el descenso de categoría puede recibir el club hasta que no se aclare definitivamente quién debe su destino, si el jeque o Bluebay. Si dicha medida fuese contraproducente para la planificación de la temporada, que una gestora o persona externa –tipo administrador concursal- administre ese dinero en estrecha colaboración con los encargados de la parcela técnica. Resulta muy sospechosa la petición de la propiedad de que el ingreso de los casi 20 millones de euros que el Málaga puede percibir por el descenso de categoría se hagan de una sola vez, y no a plazos. Y todos sabemos que hasta diciembre la justicia no dictaminará sobre este contencioso. Como el dinero de la liga se “administre” mal, podría suponer la desaparición del club en poco tiempo. En este sentido, Javier Tebas, sin mencionar este aspecto, sugirió días pasados que el Málaga debería contar con un Director General a la mayor brevedad posible. Tebas no es santo de mi devoción porque le gusta inmiscuirse en casas ajenas, pero de tonto no tiene un pelo y quizás en este asunto lleve razón. Cuando pide un director general es porque desconfía sobre la forma en la que se puede administrar los recursos económicos que el club perciba de la Liga. Pero debería ser un Director General ajeno al propietario, no un títere del mismo.
Otro que también desconfía del propietario es Juan Ramón López Muñiz, que ha dado calabazas al Málaga. Así será el proyecto deportivo de futuro que se nos presenta…
La medida impuesta por la juez que lleva el litigio del jeque con Bluebay de no poder vender el club puede ser perjudicial para el Málaga, aunque una solución lógica podría ser que negociara la venta del club con la empresa hotelera. Pero no lo hará. Su orgullo de jeque lo impedirá. Aunque sigo pensando que lo ideal es que las fuerzas vivas de la ciudad se movilizaran por el club de su tierra y que algún empresario o empresarios diesen un paso al frente.
¡Volveremos!
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