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El proyecto, incluido en el Plan de Autoprotección de Málaga, tiene por objeto garantizar la seguridad de las viviendas que rodean el parque forestal y mejorar la sostenibilidad de las zonas de actuación
El Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga desarrolla desde el pasado mes de mayo el Plan de Prevención contra incendios en las zonas forestales de los distritos Centro y Este, incluido en el Plan de Autoprotección de Málaga. La actuación se ha puesto en marcha con el fin de mejorar la sostenibilidad del ámbito de actuación y garantizar la seguridad de las viviendas ubicadas en el entorno de ambas zonas forestales, evitando que se den las condiciones naturales que favorecen la evolución de incendios como los sucedidos recientemente en Doñana o Portugal. La licitación del Mirador de Gibralfaro se paraliza para coordinar la actuación con la mesa multidisciplinar promovida por la GMU para desarrollar el proyecto de urbanización de las dos primeras fases del plan especial de Gibralfaro.
El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, ha visitado esta mañana la zona en la que se han desarrollado los trabajos, acompañado por los técnicos responsables de su ejecución. El edil ha puesto de manifiesto la importancia de esta actuación, planificada por expertos forestales, que han determinado la eliminación sólo de aquellos árboles que suponían un peligro directo tanto para viviendas como para vías de evacuación en caso de incendio. Según los cálculos realizados, los árboles retirados representan menos del 1% de la masa arbórea incluida en el plan especial de Gibralfaro.
Según ha explicado, la prioridad en su ejecución ha sido la seguridad de los ciudadanos. “Es lo que más nos preocupa, especialmente en verano”, ha recalcado Jiménez, quien explicó que “el no actuar en materia de prevención y no asegurar las líneas de defensa mediante posible propagación por fuegos de copa tiene consecuencias muchísimo más graves en lo que a erosión y perdida de suelos se refiere que el realizar la acción que ahora se está desarrollando”.
El Plan de Prevención contra incendios advierte sobre la exposición a los vientos de levante y saharianos de esta cara sur del Monte Gibralfaro, lo que ha motivado la realización de las talas en esa zona, considerada de extremo riesgo por atrapamiento en un eventual incendio forestal. “Tenemos que recordar los 64 fallecidos por atrapamiento en el reciente incendio forestal en Portugal, con mayor peligrosidad si cabe en esta zona por la elevada pendiente del terreno y el tipo de combustible que tiene”, precisó el concejal.
De esta manera y de acuerdo con las previsiones del Plan, durante el mes de mayo se han ejecutado todas las actuaciones de desbroce, con objeto de adelantarlas el máximo posible a la época de mayor riesgo por altas temperaturas como son el mes de julio y agosto, y preparar el terreno para la actuación. En el mes de junio, se han realizado en el Monte de Gibralfaro tareas de tala y realce de copas, que han abarcado una franja de 15 metros de anchura, tal y como marca el pliego de condiciones técnicas, habiéndose respetado aproximadamente un 20% de los pies de la masa dominante. La copa de los árboles y los pies menores talados han sido triturados in situ mediante tractor forestal con desbrozadora de martillo. En la zona entre el Parador y el Castillo de Gifralfaro la mencionada franja de 15 metros presenta una fuerte pendiente del terreno, lo que incrementa el peligro de atrapamiento por incendio forestal. De esta manera, la retirada de árboles ha contribuido a disminuir la presencia en la zona de un combustible muy favorable a la propagación de las llamas.
Entre los trabajos desarrollados ya se incluye además la ejecución de un cortafuego perimetral, así como en la línea entre el vallado y el camino que da acceso desde la calle Mundo Nuevo al depósito de Emasa. En ambas zonas se han esparcido los restos de copa triturados de los árboles retirados, que realizarán un efecto mulch. En la parte próxima al centro escolar existente en la falda norte de Gibralfaro, se han completado los trabajos al 60%, habiendo quedado el 40% restante pendiente de la finalización de la actividad colegial y de que la propiedad autorice el acceso de la maquinaria necesaria.
Jiménez añadió además que el plan se está realizando con el máximo rigor, dejando sin extraer las raíces para que continúen con su labor de sujeción del terreno. “Debido a las características del suelo, las raíces no han llegado a profundizar, sino que se han desarrollado en horizontal –señaló-; los expertos determinaron la necesidad de talar los ejemplares que, por su excesivo grado de inclinación, con el tiempo caerían al suelo, tal y como ya ha ocurrido en otras ocasiones en esta zona”.
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