[ad_1]
Definitivamente, el presidente del Málaga parece que está perdiendo el juicio. Y no me refiero al horizonte judicial que le espera en el contencioso que mantiene con empresa Bluebay, sino a los continuos desvaríos de los que hace gala a través de su red social preferida: twitter. Se le nota nervioso, como un león herido que busca una salida al sentirse acorralado por las informaciones periodísticas de los últimos días señalan unas cuentas del club más que saneadas y superavits de hasta 58 millones de euros en los últimos tres años –bueno, eso del saneamiento habrá que verlo el día en que abandone el barco-. No hace falta ser economista para percibir que el Málaga se ha pasado de frenada en la política de desinversión que inició hace 4 años. A esta altura de la película, a pocos escapa que las cifras de inversión inicial que se llevaron a cabo han sido recuperadas con creces, por eso al presidente del Málaga le pone de los nervios que le cuestionen las cuentas del club o la política de fichajes que está gestionando. De ahí que, tras el trofeo Costa del Sol, arremetiera contra Míchel por sugerir la contratación de Javi García y en las últimas fechas lo haya hecho en contra del periodista de Radio Marca, Antonio Jesús Merchán, entre otras cosas, por poner en tela de juicio las cuentas del Al Thani.
No ha sido el único medio de comunicación de Málaga que últimamente está poniendo de relieve algo que no cuadra en la mente de muchos malaguistas, el hecho de que el Málaga no se pueda comportar en el mercado de fichajes como cualquier club normal de la liga y la idea de que tantos traspasos no hagan viable algún que otro fichaje de nivel. O redundar en la constatación de que el club deambula por la liga española, sin más aspiraciones que mantenernos en mitad de la tabla, sirviendo al mismo tiempo, como cantera de otros clubes de España, caso del Villarreal.
Cuando el presidente de un club comienza a atacar a un sector de la afición (en este caso al Frente Boquerón) o al mundo del periodismo (con la típica táctica de matar al mensajero), mal asunto, porque pierde el poco respeto o credibilidad que le pueda quedar ante la ciudad o la afición. Está consiguiendo que, poco a poco, hasta sus más incondicionales –y reconozco que en su momento lo fui-, nostálgicos de la vieja gloria de la Champions, comiencen a dudar de su gestión.
Frente al nerviosismo y las salidas de tono de Al Thani, cabe anteponer la mesura y juicio equilibrado de su hija. Días pasados fue entrevistada por el diario decano de la prensa malagueña. Por cierto, digno de tener en cuenta que haya aceptado una entrevista cuando su padre todavía no lo ha hecho, ni tampoco se ha sometido a una rueda de prensa. Hamyan Al-Thani destaca por la prudencia en sus actuaciones públicas, al contrario que su padre en redes sociales, y ostenta el nivel formativo necesario –estudió Negocio Internacional en Londres– para desempeñar el cargo de responsabilidad que su padre le ha asignado en el club. Pero de su entrevista, me gustaría cuestionar dos afirmaciones que cuesta entender y que muchos malaguistas cuestionamos. Cuando menos, exigirían más respuestas. Textualmente afirmó lo siguiente: “No queremos cometer los errores del pasado para crecer rápidamente y después caer. La idea de mi padre y la familia es seguir asentando unas bases para crecer de manera sostenida”.
Yo no creo que el Málaga se equivocara en el pasado cuando llevó a cabo aquella gran inversión. Así han empezado otros clubes de Europa –caso del PSG, Chelsea, Manchester City, Leicester, Mónaco, etc. Y que se sepa todavía ninguno ha caido con estrépito. Si el Málaga hubiese seguido manteniendo en el tiempo una política más agresiva, o de cremiento deportivo, hoy en día tendría un estadio nuevo y 40.000 socios en su haber. Las razones de la desinversión posterior deben ser otras, que todavía no han sido explicadas. El porqué su padre dejó de pagar a los acreedores –de ahí la sanción de la UEFA– no lo sabemos todavía. Más bien se justificó la desinversión amparándose en las normas del fair play financiero y por el hecho de que el Málaga, por haber sido históricamente un club modesto, no podía mantener por mucho tiempo dichas políticas.
Y sobre la idea de Al Thani de “asentar las bases para crecer de forma sostenida”, habría que preguntarle cuánto tiempo considera necesario para ello. El club ya acumula 10 años en Primera, y suena a cantinela antigua en este club pedir paciencia a la afición para primero, consolidarnos en Primera, y luego intentar algo más. ¿Cómo se crece de manera sostenida? ¿Vendiendo cada año a los mejores puntales de una plantilla para traer como recambios futbolistas de peor nivel o nivel medio competitivo? Con esta política crece de manera sostenida las arcas de club, no el nivel deportivo del equipo.
Otro aspecto de las palabras de Hamyan Al-Thani que son ciertamente cuestionables hace referencia al papel que le atribuyen a la cantera. Dijo de forma textual: “Nuestra cantera ha sido en los últimos años uno de los motores del primer equipo con muchos jugadores jóvenes y queremos continuar con esa filosofía”. Pues sí que lo ha sido. Gracias a la labor que Manuel Casanova (q.e.p.d.) ha desarrollado en la misma, el Málaga no se ha dado de bruces con la Segunda División, tanto en la temporada que Javi Gracia se hizo cargo del equipo, como en el último tercio de la liga pasada en la que Míchel sustentó la permanencia en futbolistas como Recio y Pablo Fornals, además de la cesión tan poco ventajosa de Sandro.
¿Y cuál es la filosofía que rige la política de cantera en este club? La misma que nos lleva a renovar a Alex Robles hasta 2020 para venderlo al mejor postor dentro de un año o dos ¿De verdad considera la hija de Al Thani que con la actual política de cantera que estamos llevando a cabo el club podrá algún día aspirar a algo más que no sea la permanencia? Cuando cada año –a excepción del anterior- hay que empezar de cero porque la columna vertebral del equipo es desmantelada. La actual política que el club lleva con la cantera para lo único que sirve es para incrementar el superávit del club. Pero claro, supongo que algunos sólo saben de números, no de fútbol.
Comenta con Facebook
[ad_2]
Fuente original