Un mundo sin luz es el nombre de la exposición comisariada por Fernando Francés y consiste en 31 acuarelas y 10 lienzos en los que aborda temas actuales desde un punto de vista crítico e irónico a la vez. Con influencias barrocas, las pinturas de Manuel León representan a penitentes con el rostro cubierto muy arraigados a la cultura popular, sobre todo durante la Semana Santa.