El Consistorio recuerda también que si los perros han fallecido los propietarios tienen la obligación de darlos de baja en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA)
No cumplir con esta obligación puede suponer una infracción, que acarrea una sanción de entre 75 y 500 euros según la ordenanza de Bienestar, Protección y Tenencia Responsable de los Animales