Eran muchas las ilusiones para esta campaña con el equipo de Primera Nacional femenina, y las conclusiones tras el debut, es que dichas ilusiones siguen intactas. Derrota ante Agustinos, pero con ganas de seguir trabajando, llegada de refuerzos con nuevas jugadoras que aún se están acoplando y muchas pistas para continuar mejorando.

Debut en primera nacional femenina

El debut ante Agustinos de Granada en esta Primera Nacional Femenina no fue el esperado, por el resultado, pero sí alimentó ilusiones de cara a una temporada que promete emociones. El inicio estuvo marcado por los nervios y las imprecisiones de ambos conjuntos, aunque las granadinas tomaron rápido el control.

Las de Francis Molina se presentaron con cinco jugadoras sénior y siete junior, ya que muchas integrantes del equipo se acaban de incorporar a los entrenamientos, por motivos académicos, y era pronto para un debut precipitado. Aún así, lo entrenado durante esta pretemporada empezó a dar sus frutos y se vieron algunas pistas de cómo continuar mejorando en el futuro.

Agustinos siempre fue por delante en el marcador, llegando al descanso con diez puntos a su favor, una distancia asumible y con todo el margen de mejora que quedaba por exponer. Tras el paréntesis, una buena reacción de las malagueñas dejó el marcador en cuatro puntos de diferencia, sin culminar la remontada por pequeños desajustes en las rotaciones, hasta el 41-72 final.

Las rivales demostraron estar más conjuntadas, con un EBG Málaga que dio la cara hasta el final.

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