En la Rosaleda ha saltado la alarma. En el capítulo deportivo lo hizo hace tiempo, pero esta noche, además, lo ha hecho en sala de prensa. Falsa alarma.

Pero vayamos a lo realmente importante. Esta noche han jugado en La Rosaleda dos equipos de Segunda División, y se ha llevado la eliminatoria de Copa el menos malo de los dos. Expresado en términos coloquiales y sin que nadie se ofenda. Porque si el teórico equipo titular está en puestos de descenso en Primera, imagínense el teórico suplente. Una nueva noche de tristeza para el malaguismo, que de nuevo asiste atónito a una nueva eliminación en la Copa del Rey ante un equipo de inferior categoría. Mirandés, Córdoba y Numancia han sido verdugos del Málaga en los últimos tiempos. Pero tampoco nos escandalicemos en exceso, el equipo de nuestra tierra nunca ha hecho nada importante en la Copa del Rey. Ya estamos acostumbrados, aunque no por ello deja de ser indignante. Si hay un equipo en España que jamás ha disputado una final de la Copa ese es el Málaga. La han jugado todas las ciudades de cierta importancia de España, menos la nuestra. Hasta el club decano del fútbol español, el Recreativo de Huelva la disputó en el año 2003 frente al RCD. Mallorca. Algo hemos debido hacer mal históricamente para no haber tenido el placer de viajar con nuestro club a disfrutar de un evento semejante. Pero vamos, no faltaran quienes echen la culpa a la afición, también de esto. 

Míchel ha dicho en rueda de prensa que es una competición que le gusta. Que para nada le ha restado importancia, y que le gustaría haber pasado la eliminatoria. Pero es evidente que si hubiese puesto más interés, hubiese jugado con el equipo teóricamente titular, y si no lo ha hecho, es porque no lo podía hacer. Si el pasado sábado se lesionó Juankar, futbolista importante en el esquema del técnico, qué habría pasado si esta noche se hubieran lesionado Diego Rolan o Chory Castro. Un lujo que este equipo cogido con imperdibles no se puede permitir.

A pesar de todo, el Málaga no ha jugado un mal primer tiempo. Por primera vez  hemos visto dos centros al área interesantes de Jony y otros dos de Cifuentes. Y también dos futbolistas completamente gafados frente a la portería contraria: Juanpi Añor y Borja Bastón. El partido comenzó mal, con algunas imprecisiones a nivel defensivo. Los canteranos estaban muy nerviosos, tanto Álex Robles como Ian, y se produjo alguna que otra cesión al contrario de cierto peligro; pero conforme avanzaban los minutos, el equipo se fue asentando y llevando a cabo acciones de peligro. Lo mejor del partido ha sido la actuación de Adrián, no solo por el gol que ha materializado, sino porque siempre aporta serenidad y criterio en el manejo del balón en el centro del campo. Se ha reconvertido en una posición que puede ser vital para el equipo. Por cierto, la aportación de Esteban Rolón a este equipo sigue siendo nula. Pide tiempo, pero la paciencia se agota. Y un equipo de la máxima categoría del fútbol español no se puede permitir el lujo de foguear futbolistas fichados en el extranjero, sino de traerlos consolidados.

El equipo de Martiricos debió sentenciar el partido en la primera mitad, pero su nulidad ante la portería contraria no lo hizo posible.El segundo tiempo ha sido para olvidar. Un nuevo gol encajado de saque de esquina. El Málaga es el tercer equipo más goleado de la liga en centros laterales, y en este sentido, los futbolistas que han de defender el eje central de la defensa tienen mucho que decir.

El Málaga tiene una difícil tarea que llevar a cabo en un futuro inmediato, tanto en el mercado de invierno como de cara a la próxima temporada. Reforzar el eje central de su defensa es de vital importancia. La retirada de un futbolista como Weligton ha sido muy sensible para el Málaga, por el extraordinario rendimiento que ha ofrecido durante años. Las parejas de Weligton siempre fueron provisionales, pero él siempre estuvo ahí. Nunca fue un central de primerísimo nivel, pero sí lo suficientemente bueno como para desempeñar un buen papel en Primera División. Y esta circunstancia daba mucha tranquilidad al cuerpo técnico malaguista. Pero la situación ha cambiado.

La dirección deportiva del Málaga necesita hallar dos buenos centrales para la próxima campaña –esperemos que en Primera- y al menos uno para lo que resta de la presente. Pero tendrán que ser hombres de club, comprometidos y solventes para jugar en Primera, sin que sean traspasados a las primeras de cambio. El eje central de la zaga malaguista no puede tener un carácter de permanente provisionalidad. Sólo así se puede garantizar la fiabilidad defensiva del equipo por mucho tiempo sin tener que estar cada año recomponiendo esa parcela de forma transitoria. La construcción de cualquier equipo empieza por su defensa, y tanto la pareja de centrales como las de medios centros son fundamentales para pivotar la seguridad de un equipo. Desde el comienzo de temporada el Málaga hace aguas en ambas demarcaciones. Con los últimos cambios introducidos por  Míchel situando a Adrián y a Recio en la medular, se ha solucionado en parte el problema, pero no del todo.

No podemos dudar del compromiso de Luis Hernández ni de Bayssé, que lo dan todo en el campo, pero la aportación de ambos se antoja insuficiente comparada con la seguridad defensiva que el Málaga ha exhibido en esa parcela en los últimos 12 años. De momento no están mostrando la contundencia que el Málaga ha tenido en esa zona en la última década. Cuando al final de la pasada temporada Llorente se hizo con el puesto, no se negoció la posibilidad de que permaneciera por más tiempo en la entidad de Martiricos; y demasiada demasiada provisionalidad en una zona tan sensible nos es buena para este club. A ver si Husillos es capaz de dar con la tecla. 

Por otro lado, a nadie escapa que el Málaga necesitará recurrir al mercado de invierno para buscar un lateral izquierdo. Álex Robles podría tener la oportunidad de su vida, pero él no es lateral izquierdo, aunque se maneje bien con las dos piernas. Resulta conveniente reforzar esa zona del campo dada la aciaga circunstancia de tantas lesiones como le afectan.

A pesar de la eliminación de Copa de esta noche, hemos de ser optimistas y confiar en la victoria en el próximo partido de liga, ante el Levante el próximo viernes. Al Málaga le restan cuatro partidos para poder acudir al mercado invernal. Lo fundamental es no descolgarse en exceso de la permanencia. Mantenerla a no más de cinco puntos es fundamental. Quizás los hipotéticos fichajes de invierno nos saquen de este atolladero. Esta afición no merece sufrir tanto. 

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