Segundo partido de liga y segunda derrota del Málaga CF (1-0), en esta ocasión ante el Girona FC, un equipo fundado en 1930 y que nunca había jugado en Primera. Pero hoy me gustaría empezar hablando por lo mejor del partido: el futbolista Alex Mula. El canterano ha sido el jugador más destacado de la pretemporada, y en el momento que ha tenido ocasión de debutar en liga, ha demostrado con creces que puede tener un lugar en este equipo, en la posición que Míchel lo quiera poner, no necesariamente cosido a la banda.

Cuando tienes un presidente que no está por invertir en futbolistas de calidad, la solución suele estar en la cantera. Es lo que ha permitido al Málaga permanecer en Primera las tres últimas temporadas. Porque hablemos claro: la fortuna del jeque ha sido que bajo su estancia al frente del Málaga en los últimos tres años, se ha encontrado con la mejor hornada de canteranos que no se recordaba en Málaga desde mediados de los 80. Por eso debemos rendir tributo a Manel Casanova, en primer lugar el presidente, que gracias a él ha obtenido pingües beneficios; y en segundo  lugar la afición, porque bajo su sabia dirección de la Academia, en las últimas temporadas han explotado una serie de futbolistas que han proporcionado al club la estabilidad necesaria para permanecer en Primera División. Ya quedan pocos canteranos de indudable valor. Cada vez menos. Y posiblemente Alex Mula sea el descubrimiento de este año, para mayor beneficio del dueño del Málaga y del club que lo pretenda adquirir el año que viene.

El partido disputado por el Málaga en Montilivi ha sido un desastre, de principio a fin. Hemos tenido que esperar a los minutos finales para ver alguna ocasión de peligro, digna de ser mencionada. Un equipo sin ideas, con demasiado juego horizontal y sin confianza. Porque ésto último es un aspecto a tener en cuenta: la falta de confianza. Con respecto al año pasado el equipo ha perdido su columna vertebral (Llorente, Camacho, Fornals y Sandro) y la consecuencia se está pagando a nivel deportivo, pero no debemos despreciar el mazazo anímico que supone para la plantilla el mensaje de provisionalidad que cada año le transmite el club, de no aspirar a nada, de ser un club de paso, donde no se consolida ningún proyecto serio para crecer deportivamente. En el mes de mayo teníamos un equipo que jugaba con alegría, lo que tenemos ahora es un equipo atenazado que no sabe lo que hacer con el balón. Importante trabajo para Míchel, que quizás ande buscando soluciones, sin mucha fortuna.

En la búsqueda de soluciones, Míchel hoy ha incurrido en el mismo error de Juande Ramos, pretender que Juanpi juegue en banda. Es un futbolista que por sus cualidades técnicas deslumbra a cualquier técnico, pero con Juanpi puede suceder como le ha sucedido a tantos futbolistas, que sin espíritu de sacrificio, se quede en nada. Ha tenido un partido calamitoso, exceptuando dos incursiones cuando se ha situado en la media punta.

Tampoco está siendo afortunado Adrián, al que no le podemos negar su brega constante, pero su aportación en estos momentos es nula. Tanto Recio como Kuzmanovic se han visto desbordados por el centro del campo gerundense. Poco apoyo han encontrado en Juanpi y Adrián.  Sigo creyendo que el jugador serbio es muy válido para este Málaga, tan solo cabe desearle que no se vuelva a lesionar de gravedad. Podría tratarse de un futbolista de cristal que al final aporte poco. Lo lamentaríamos.  

El Málaga no está jugando bien. Pero no seré yo quien lo sitúe en Segunda División en la segunda jornada de liga. Sigo pensando que el jeque tiene “baraka” para mantener al club cada año en mitad de la tabla y al mismo tiempo hacer buen negocio. Pero la “baraka” (palabra árabe que implica cierta fortuna para salir de situaciones peligrosas) algún día se puede acabar. La suerte no es eterna, de ahí que como el Málaga no sea capaz de suplir con garantías los huecos dejados por Camacho y Sandro, lo vamos a pasar muy mal en esta liga.

Si el año pasado hubo un jugador que con sus goles sostuvo a este equipo ese fue Sandro. Con una calidad indiscutible, muy por encima del nivel de la plantilla. Este año no tenemos a ese futbolista. Borja Bastón es un buen delantero, y seguro que pronto verá puerta, pero no nos ofrecerá las prestaciones de Sandro. Es urgente hallar en el mercado, aunque sea cedido de un gran club de Europa, un delantero de calidad, que pueda acompañar a Borja en tareas ofensivas, y que al menos pueda materializar una decena de goles.

El otro puesto por cubrir es el de Camacho, más preocupante que el de Pablo Fornals. Ha llegado a Málaga Esteban Rolón. Fichaje del jeque Al Thani, que se ha convertido en nuestro Monchi particular, pero no sabemos que puede dar de sí. Tendrá todo nuestro apoyo ya que viste nuestra elástica, pero me muestro excéptico sobre este fichaje. Dicen que ha costado 3,2 millones de euros, habrá que ver si de veras los vale y si con su rendimiento amortiza su fichaje. Por de pronto sabemos que viene de la segunda división argentina, una liga menor con un ritmo de juego diferente a la liga española. Lanzo una pregunta, si es tan buen futbolista, ¿cómo es que ningún club del mundo se ha interesado por él? Lo digo porque el Málaga siempre llega tarde a todos los fichajes. Siempre hay algún equipo que está dispuesto a pagar más, hasta el Girona, que parece haberse convertido en una sucursal del Manchester City. Por lo menos intenta emular lo que hacen otros: fichar para reforzarse. Porque otra cosa es lo que hace el Málaga: debilitarse e intentar tapar huecos con sucedáneos. 

En fin, esperemos que Rolón no sea ningún sucedáneo de Camacho y pueda aportar cosas positivas a nuestro centro del campo. La liga es larga y conviene tener bien cubiertos los puestos de medios centros. Lo malo es que el futbolista no sea del agrado del técnico, en ese caso veríamos a sheik Al Thani sentado en el banquillo. 

Y para finalizar, un comentario sobre la anécdota de la jornada: la tarjeta amarilla a Cecchini. Las cosas que nos suceden no son normales. Ha sido amonestado sin ni siquiera haber debutado. Recuerdo que Gustavo Matosas fue expulsado el día de su debut, pero al menos jugó el partido, Cechini ni siquera ha saltado al terreno de juego. A veces se dan situaciones kafkaianas, y Enmanuel Cecchini ha protagonizado la absurda anécdota de la jornada.

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