Un poco fuera de la caravana del desierto hace una parada. Comidas preparadas, durante la noche, recoger e irse. Al día siguiente se dan cuenta que han olvidado una embarcación y envió un siervo a buscarlos. El criado regresó unas horas, el agua, el agua nervioso, me encontré con una fuente. Cuando, en el nombre de Alá? Comimos ayer. Eso significa que, si hemos de creer la versión extendida, el nombre de la ciudad. Es tentador atribuir capacidades proféticas a los que nombró caravanas mirando hacia atrás: Ghadames es hoy, más que cualquier otro lugar ayer. La verdad es, sin embargo, que durante muchos siglos este enclave fue cualquier cosa menos nostálgico o hacia atrás: desde el momento en que era un puesto de avanzada del Imperio Romano, las caravanas han traído uno y otro lado del desierto idiomas costumbres noticia chatarra. Esta vitalidad, sin embargo, no sobrevivió a los servicios de alimentación: Ghadames se dedica a languidecer bajo el sol, hasta que en los años 70, el gobierno construyó una nueva ciudad y obligó a la reubicación de los vecinos restantes.
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