El nuevo estadio de los Cármenes no ha sido un campo propicio para el Málaga en los últimos tiempos. En las últimas temporadas, un empate y cuatro derrotas ha sido el triste bagaje del equipo malacitano en la ciudad de la Alhambra. Esta noche se ha roto el maleficio. Y para romper maleficios nada mejor que un taumaturgo. La Real Academia de la Lengua define al taumaturgo como aquella persona capaz de realizar prodigios, milagros u obras maravillosas. Pues eso mismo parece Míchel, un taumaturgo. El entrenador malaguista no es Dios, no hace milagros, pero sí ha sido capaz de obrar la sanación de los males de este Málaga. La recuperación psicológica de la plantilla ha sido el mayor logro que ha llevado a cabo Míchel. Ni la plantilla malaguista era tan buena como nos creíamos al principio de temporada, ni tan mala como ha demostrado durante muchas jornadas. En el término medio suele estar la virtud, y el Málaga ha encontrado ese término medio desde la llegada del entrenador madrileño. Lo que sucede es que en fútbol no suele ser suficiente. El término medio te lleva a mitad de la tabla, donde parece que nuestro club lleva anclado desde hace varios años. Esta ciudad y esta afición merecen más. A ver si es posible que pronto se haga realidad un crecimiento deportivo que nos lleve a cotas mayores.

En la noche de hoy el Málaga ha obtenido en Granada una cómoda victoria ante un equipo que ha ofrecido poca resistencia, entre otras cosas, porque el estado anímico de la plantilla no es el más adecuado cuando se tiene un pie en Segunda División.

Por parte del Málaga, significar que sigue progresando adecuadamente. Mejora en defensa, con Llorente, Hernández y Ricca a un buen nivel. También Luis Muñoz, que ha cuajado un excelente partido, demostrando así que está en perfectas condiciones para jugar en Primera División. Mejora también el centro del campo, con Camacho y Recio rayando a gran altura y acreditando su solvencia en la medular.

Buen partido también de Keko. Incisivo por su banda, aunque no todas sus jugadas consigan ser resolutivas. Pero el mejor sin duda en el día de hoy, una vez más, ha sido Sandro. Ha vuelto a ser determinante con los dos goles que ha materializado. El segundo de ellos de auténtico crack. Al nivel de los grandes delanteros de nuestra liga. Situar el balón junto al palo con esa potencia y precisión desde fuera del área está al alcance de muy pocos futbolistas.

Sandro constituye en estos momentos el principal motivo de inquietud de la afición malaguista ¿Qué se puede hacer para que Sandro no salga del Málaga cuando finalice la temporada? Más bien poco. El Málaga tiene escaso margen de maniobra. Y no lo tiene porque un equipo que pretende crecer deportivamente no puede ir al mercado a negociar las condiciones que negoció con el representante de Sandro. No olvidemos que este verano, el futbolista canario tenía calidad y proyección, pero todavía no había demostrado nada en el fútbol. Cuando de verdad un club sale al mercado a fichar, con la suficiente solvencia económica, impone sus condiciones, no deja que se las impongan. Pero el Málaga no parece tener la solvencia económica necesaria como para aspirar a algo más que no sea la permanencia. El Málaga salió muy condicionado de esta negociación. Halló un futbolista interesante a coste cero, pero la indudable revalorización del mismo le ha salido más rentable al futbolista que al club. Bajo estas premisas, no resulta tan interesante fichar a coste cero a futbolistas jóvenes con proyección.

Sandro puede salir con una exigua cláusula de rescisión porque no pudo hacer más por él, cuestión que contrasta con los más de 4 millones de euros que el club ha llegado a pagar por Michael Santos. Operaciones así, son las que han tenido al Málaga desde siempre en la ruina económica. Y no cuando se han hecho importantes desembolsos por futbolistas de acreditada valía o cierto caché en el mercado.

Habrá tiempo de tratar estos asuntos. De momento toca disfrutar  la victoria de hoy, de la permanencia un año más del equipo en Primera División y de la no desdeñable posibilidad de derrotar al Sevilla el próximo lunes en La Rosaleda. Esa alegría se la merece esta afición.

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