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Míchel lo tenía todo para debutar con victoria, pero no ha podido ser. Ni Juande Ramos ni Marcelo Romero tuvieron la oportunidad de situar sobre el césped los once futbolistas que hoy ha podido disponer el entrenador madrileño. La supuesta seguridad defensiva de la que adoleció el equipo en la primera vuelta –al mando del entrenador manchego- y la apuesta ofensiva que no ha podido disfrutar Marcelo Romero en el tiempo que ha ocupado el banquillo del Málaga; estaban al servicio de Míchel esta tarde.
Con Luis Hernández, Demichelis y Sandro sobre el terreno de juego la victoria no se podía escapar. Pero se ha escapado. Y la culpa no ha sido de Míchel. Podemos llegar a la conclusión de que este deporte es tan grande que por mucho fútbol que veamos, nunca podremos entenderlo del todo. Hoy se han roto algunos esquemas, los de aquellos que creíamos que el Málaga había ganado seguridad defensiva con el veterano Demichelis.
No vamos a poner en duda la solvencia de Luis Hernández, que sí está demostrando ser un buen refuerzo invernal. Pero, ¿Y Demichelis? que ya suma dos partidos desastrosos en casa. ¿Sigue aportando seguridad y experiencia a la defensa del Málaga? Sigo pensando que sí, que el equipo ha ganado en seguridad defensiva; pero lo que ha ocurrido hoy no invita al optimismo ¿Ha cometido errores puntuales que no se volverán a repetir o serán una constante a partir de ahora? ¿Era suplente en el Español por casualidad? ¿Le pesan también los años? ¿Debe aguantar el jugador argentino 93 minutos sobre el terreno de juego? ¿Hicimos bien en relegar a la suplencia a Luis Muñoz cuando estaba entrando en la dinámica del equipo? ¿La inseguridad que achacábamos a Llorente la está reproduciendo Demichelis? Como ven, son preguntas difíciles de contestar, pero son cuestiones que están en el aire. No debemos rehuir la búsqueda de respuestas. Y el técnico, el primero.
Lo que sí está claro es que este verano se nos vendió la ilusión de jugar competición europea y en estos momentos el equipo se ha abonado al sufrimiento en un final de liga que puede ser terrorífico, sobre todo valorando los partidos que tenemos en casa. Jugándose la liga nos visitarán Barcelona y Real Madrid, y la posibilidad de entrar en Liga de Campeones Sevilla y Atlético de Madrid.
Se está poniendo de manifiesto que el salto de calidad se ha quedado en un suave brinco, pero más bien hacia atrás. Son palpables los errores de planificación de plantilla por parte del secretario técnico, por mucho que en el mercado invernal se haya intentado solucionar esta situación. Futbolistas franquicia que se suponía darían un buen rendimiento no están funcionando, caso de Jony y Keko. La situación de seis futbolistas de la plantilla –Kameni, Charles, Miguel Torres, Demichelis, Chori Castro y Duda- que superan la treintena de años y que en cualquier equipo de la zona alta de Primera serían suplentes. Otros futbolistas que por su juventud andan a caballo entre el filial y el primer equipo y que no pueden proporcionar al Málaga lo que necesita.
Sangrante es también el caso de Juanpi, un jugador llamado al liderar a este equipo por su calidad técnica y que en toda la temporada no ha demostrado su valía. Camacho es otro ejemplo de futbolista que tampoco está jugando al nivel al que nos tenía acostumbrados. ¿Arrastra problemas físicos desde hace tiempo? Puede ser. Pero lo que sí sabemos es que ya no gana ni un salto en el centro del campo.
Y si a todo esto unimos el infortunio prolongado de lesiones en futbolistas y puestos clave –caso de Weligton al comienzo de temporada, Recio, Keko, Sandro y Kuzmanovic-; y lo mezclamos todo en una coctelera agitada por los árbitros, obtenemos la situación de emergencia en la que se encuentra el equipo. Situación que por otro lado no es nueva. En Málaga estamos acostumbrados a sufrir y ver al equipo caer en barrena. Por desgracia, no es la primera vez en su historia. Con los mimbres que hay, hemos de hacer un cesto de aquí al final de temporada.
Por lo que respecta al partido tan solo señalar que el Málaga mejoró su juego en el segundo tiempo, ya que el primero fue soporífero. La banda derecha no ha funcionado en la tarde de hoy. Keko parece haber perdido la frescura y la velocidad que exhibió tras el regreso de su lesión. Han destacado en el día de hoy Chory Castro y sobre todo José Rodriguez en el segundo tiempo, conduciendo el balón con criterio y ofreciendo buenos pases. Pero la presión y el nerviosismo se apodera del equipo, y a veces da la sensación de que sobra precipitación e individualismo donde cada uno quiere ganar el partido por su cuenta.
Tristeza, enfado y desolación son adjetivos que definen el sentir de la afición al terminar el encuentro. Muchos aficionados han abandonado el estadio antes de que Undiano Mallenco señalase el final, tras el jarro de agua fría que supuso el segundo gol alavesista. Todavía la grada albergaba la ilusión de remontar el partido, en los minutos finales.
Llegados a este punto: ¿podemos culpar al jeque de esta situación? Lógicamente como dueño del club que es tiene gran responsabilidad, pero no toda. Porque de fútbol entiende muy poco y se deja aconsejar. Y por lo menos esta temporada no se ha traspasado a ningún futbolista y se ha dispuesto de presupuesto para hacer la mejor plantilla posible. Cabe por tanto achacar mayor responsabilidad al encargado en configurar la plantilla, Arnau, aunque su intención fuese la mejor cuando llamó a Juande Ramos; y en el mercado invernal haya intentado remediar las carencias de la plantilla. Por cierto, ¿Qué se sabe de Peñaranda?
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