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Una vivienda turística en el Centro de Málaga. Álex Zea
Los propietarios de pisos turísticos en la Costa del Sol, Costa Blanca y las islas ingresaron una media de 2.500 euros al mes en 2022 gracias que la ocupación en este tipo de alojamiento aumentó el pasado año y los precios por noche subieron un 25% por el efecto inflación. En Palma de Mallorca, los ingresos por un alquiler turístico han subido más de un 50% en relación al 2019, periodo anterior a la pandemia, pasando de 3.000 euros a los 4.600 euros al mes, mientras que en otras ciudades como Tenerife y Málaga lo han hecho más de un 30%, según un análisis realizado por la empresa Suomma, especializa en inversión en alquileres turísticos y de temporada.
Los precios mayores aumentos de precios por noche se han dado en Palma de Mallorca con casi un 60% (de 186 euros a 296 euros), y en Málaga capital con un 26% de variación entre 2022 y 2019 pasando de los 113 a los 143 euros por noche. En Marbella, el incremento ha sido del 25% (ha pasado de 188 a 235 euros) y en Torremolinos del 24% (de 122 a 151 euros). El informe esté elaborado a partir de datos de Suomma, Airbnb, Idealista y Fotocasa.
Con todo ello el crecimiento por tanto de los ingresos por un piso de 3 habitaciones alquilada para uso turístico sería del 53% en casos como Palma de Mallorca (se embolsarían un total de 4.600 euros), del 33% en Tenerife (2.700 euros) o del 32% en Málaga (2.600 euros). En el caso de Marbella habría aumentado un 23% (2.700 euros) y en Torremolinos un 25% (1.950).
Los ratos de ocupación en los alquileres turísticos en España han subido una media de cinco puntos porcentuales entre 2022 y 2019, siendo los mayores incrementos los registrados en localidades muy turísticas como Tenerife (15%) y Torremolinos (11%). El porcentaje total de ocupación, en el caso de los enclaves analizados en la provincia de Málaga, alcanza el 62% en Málaga capital, el 59% en Torremolinos y el 50% en Marbella.
Suomma afirma que el alquiler turístico se ha consolidado en España en 2022 y así lo demuestran tres indicadores clave: los ratios de ocupación subieron cinco puntos porcentuales en 2022 frente al 2019, periodo anterior a la pandemia, los precios por noche subieron un 25%, y los ingresos por vivienda alquilada aumentaron, en algunos casos, hasta un 53%.
Las previsiones de la empresa de inversión son que en el año 2023 se consolide el alquiler turístico como una alternativa de inversión inmobiliaria para particulares. Según sus datos, la compra de una vivienda para destinarla a alquiler turístico podría derivar en rentabilidades netas por alquiler de hasta un 13% con una inversión de unos 70.000 euros.
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