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Naranjas en Málaga. ARCINIEGA
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Los Países Bajos, la patria futbolera de ‘la Naranja Mecánica’, un país tan ligado a la Casa de Orange como a la Historia de España, será posiblemente en 2024 el receptor de las cerca de 700 toneladas de naranjas amargas que entre diciembre y marzo se recolectan en Málaga capital de los casi 7.000 naranjos plantados en sus calles.
De esta manera, se les sacaría partido en lugar de acabar en su destino habitual desde hace unos 15 años: el vertedero municipal de Los Ruices.
La responsable del cambio de aires sería la empresa emergente holandesa PeelPioneers (en inglés, ‘pioneros de la cáscara’). La Opinión ya dio la pista hace un año y ahora Luis Medina-Montoya, director general de Medio Ambiente, explica a este diario que «la idea es que para la campaña del año que viene se estén haciendo cargo».
La empresa emergente, con sede en la ciudad de Bolduque o Den Bosch, al sur de los Países Bajos, procesa los kilos de cáscara de naranja para transformarlos en fibra con valores nutricionales, aceite concentrado, ingrediente para productos de limpieza y cuando ya se ha sacado todo el ‘jugo’ a la cáscara, se trocea y se le añade azúcar para que pueda ser empleada en la panadería.
Como explica Luis Medina-Montoya, el director general de esta empresa neerlandesa visitó Málaga hace dos años, «vimos en la calle cómo se hacían las operaciones de recogida de las naranjas y me estuvo contando que estaban en la fase de dar el salto, de aumentar la escala».
Recogida de naranjas en Capuchinos, este mes. Ignacio Castillo
El responsable municipal cree «más que probable» que el hacerse cargo de las naranjas conlleve «algún tipo de instalación» en Málaga, probablemente para un tratamiento previo a los cítricos antes de mandarlos a Holanda.
A este respecto, el Ayuntamiento de Málaga ya se ha ofrecido para colaborar con PeelPioneers «a la hora de buscar terrenos y es algo que están valorando», explicó.
Luis Medina-Montoya señaló que la marcha de las naranjas a los Países Bajos supondría un menor coste para las empresas subcontratadas que las retiran de las calles, «porque tienen que transportarlas a Los Ruices, pagar el coste del vertedero y ahora incluso el nuevo impuesto al vertido, por lo que cualquier cosa que se haga como alternativa es más interesante».
A comienzos de este siglo, la empresa Tana se comprometía por un acuerdo con el Ayuntamiento a recoger en un solo mes todas las naranjas amargas sin pagar nada. De Málaga los cítricos pasaban a Sevilla en un plazo máximo de tres días para poder entregarlos frescos y allí podían transformarse en pienso para animales, esencias para perfumes o en mermeladas y confituras.
Las mermeladas de naranja amarga, contaba en 2002 a este diario el entonces jefe municipal de Parques y Jardines, Ernesto Huerta, terminaban en el desayuno de muchas casas del Reino Unido y en menor medida de Francia.
Ahora, sin ninguna oferta española, las naranjas viajarán de Málaga a los Países Bajos.
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