Regresa esta representación de la Navidad en carne y hueso a la Casa Diocesana malagueña, que tiene además un fin solidario para niños con cáncer
Hay un portal de Belén que tiene vida propia y está en la Casa Diocesana de Málaga. Este sábado 17 de diciembre, de 10.30 a 18.00 horas, cualquier curioso podrá acercarse a conocer esta representación realista de la Navidad protagonizada por los 150 niños y niñas de los Colegios Padre Jacobo y Cardenal Herrera Oria que participan en el reparto.
Los visitantes pasarán por diferentes escenas ubicadas a lo largo de la Casa Diocesana. En cada una de ellas se representa un pasaje del Evangelio basado en el antes y el después del nacimiento de Jesús. El culmen es, por supuesto, el portal de Belén. Es como viajar al pasado, a un rincón de la Tierra Santa habitado por pequeños ciudadanos con atuendos de la época.
Los jóvenes están muy concienciados en esta iniciativa y los alumnos lo tienen interiorizado como algo “que forma parte de sus vidas”. Llevan ocho años desde que existe esta actividad extraescolar voluntaria que los convierte en actores y actrices de teatro.
Ellos mismos van pidiendo qué papel les gustaría hacer. Los que hicieron de pastorcillo, a lo mejor este año se animan a un rol más protagonista, como el de la Virgen María. Es un reto que les apetece “muchísimo”, cuentan los más animados a contar su experiencia tras los ensayos.
“Es una manera de que lo vivan en carne y hueso. Es un Belén que te habla, se expresa y recrea. Mucha gente no sabe de dónde viene el tiempo de Navidad”, cuenta la directora.
Ahí, en esa elección del elenco, los docentes hacen un proceso de selección. “Miramos qué perfiles se adecuan más a los personajes principales: el porte, la carita, la voz, la expresión corporal… trabajamos también curricularmente”, explica con simpatía Ana Belén, directora del centro Padre Pacheco.
En 2020 hicieron un Belén virtual con un croma para adecuarlo a las limitaciones del Covid-19 y en el 2021, justo cuando empezaron la primera puesta en escena, hubo un repunte de casos que les privó de la actuación. Este año llegan con más ganas que nunca: “Están locos de contentos e ilusionados”, confirma una de las profesoras.
A los que se animen a vivir este Belén de carne y hueso solo se les pide colaboración solidaria con un juguete nuevo para la Asociación Avoi, que serán llevados a la planta de oncología del Hospital Materno-Infantil para que los pequeños que estén hospitalizados tengan más alegrías en estas navidades.
Además de la representación, hay todo tipo de estímulos para pasar el sábado en familia: catering de paella, callos y comida a precios populares, chocolate con churros, puestos de castañas, talleres de manualidades de temática navideña, animación y hasta castillos hinchables para los más pequeños saltarines. Imposible aburrirse. La juventud les espera este sábado.
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