Málaga, la ciudad que busca ser el Silicon Valley español – El HuffPost

Redactora de Life y Tendencias, El HuffPost
La cuna de Picasso, la capital de la Costa del Sol o la Ciudad del Paraíso como la llamaba el poeta de la Generación del 27 Vicente Aleixandre. Málaga ha tenido miles de acepciones y su marca de atractivo para el exterior ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de los años. La localidad, que durante años ha estado muy vinculada únicamente al turismo, se quiere abrir como referente tecnológico a nivel europeo.
La capital de la Costa del Sol ha dejado de ser un refugio solo para el turismo y también se ha convertido en una suerte de Silicon Valley español concentrando en los últimos cuatro años más de 60 empresas del sector tecnológico.
En el primer semestre de 2022, según datos de la Concejalía de Promoción de la Ciudad y Captación de Inversiones del Ayuntamiento, se incorporaron 16 nuevas compañías internacionales que prevén crear 1.135 puestos de trabajo.
“Los aspectos más destacables son el Málaga TechPark (PTA), la Universidad de Málaga (UMA), varios proyectos piloto de Smart City, la inversión en investigación y desarrollo de alta velocidad ferroviaria y la estructura de apoyo a emprendedores”, explica el Ayuntamiento en su web.
También se ha visto influenciado por el portal Open4Business que busca atraer nuevo talento empresarial a la ciudad.
Nombres como Google, IBM, Vodafone o Siemens se encuentran en el mapa de este enjambre tecnológico que no solo se centra en la capital, sino que también se extiende a localidades de la provincia como Marbella.
La última noticia ha llegado de la mano de un gigante tecnológico. Google pondrá su centro insignia de ciberseguridad de Europa en la ciudad andaluza el próximo mes de mayo. Este Google Safety Engineering Center (GSEC) será el tercero en el continente, junto con el de Dublín y Munich, y forma parte, según la compañía, de la inversión de 10.000 millones de dólares “para reforzar la ciberseguridad global y contrarrestar las amenazas en evolución”.
A pesar de que el gigante tecnológico había abierto oficinas en Madrid, donde inauguraron este año su Región Cloud, y Barcelona, donde también situaron oficinas el pasado mes de junio, la capital de la Costa del Sol se ha convertido en la opción ideal para este centro de ciberseguridad.
Impulsando esta iniciativa se encuentra un malagueño, Bernardo Quintero, fundador de la empresa VirusTotal en 2004 y que se ha convertido, según apunta, en la “principal plataforma mundial de inteligencia sobre amenazas basada en crowdsourcing [contar con las aportaciones del público para generar ideas]”.
“Las herramientas de VirusTotal ayudan a millones de personas de los sectores público, comercial y de la investigación a comprender el malware y las tendencias en la ciberseguridad, proporcionando una especie de motor de búsqueda de muestras de malware, dominios y patrones de conducta de los autores de las amenazas”, explica a El HuffPost.
El comienzo del vídeo es el chalet en la urbanización El Candado que fue nuestra primera oficina de Google en Málaga pic.twitter.com/aF7e8xWeSS
La relación de Quintero con Google viene de más atrás, concretamente de 2012, cuando se integró en el grupo de amenazas avanzadas de Google, el Threat Analysis Group (TAG) y en 2015 ya era el primer equipo de ciberseguridad en incorporarse a Google X. Actualmente, él y su equipo de VirusTotal forman parte del portfolio de ciberseguridad de Google Cloud.
La elección de Google no es casual. A esta empresa se suman nombres como Vodafone, que descartó en 2021 colocar su centro de desarrollo de nuevas tecnologías en una gran capital europea y lo situó en la capital de la Costa del Sol.
Su decisión, según contaron entonces, iba más allá de la mera economía. “El estilo de vida, disponibilidad de talento con los conocimientos técnicos necesarios, condiciones laborales, transporte, ayudas públicas y bonificaciones o atractivo de cada sitio para el talento” eran algunos de los motivos que indicaron. A sus argumentos no les falta peso. Según la revista Forbes, la ciudad es la décima mejor para “vivir, invertir y trabajar” de toda Europa en parte por su calidad de vida, sus playas, su clima o la “mente abierta” de sus ciudadanos.
Quintero asegura que la elección de Google tampoco es casual. “Esta región cuenta con gran talento, un ecosistema de startups vibrante e incubadoras y aceleradoras de empresas que llevan cultivando el tejido tecnológico mucho tiempo”, recalca.
“La ciudad cuenta con profesionales muy bien formados tanto de la Universidad como provenientes de otras provincias o personas que han pasado parte de su carrera profesional fuera de Málaga y ahora han decidido retornar o trasladarse a la provincia”, apunta.
Este nuevo ecosistema, al que incluso se ha bautizado como Málaga Valley, facilita que se organicen eventos como el European Robotics Forum, el encuentro de robótica más importante de Europa, o el congreso Green Cities.
A pesar de estos argumentos, Quintero deja claro que Vodafone no se equivocó en sus argumentos. “La calidad de vida de Málaga y su fácil conexión con el resto de Europa es indudable y esto hace más cercana la ciudad a otros focos tecnológicos en Europa y facilita que vengan profesionales, ya sea para colaborar con las empresas que ya estamos asentadas o para trabajar otros proyectos pero desde Málaga”, explica.
“La calidad de vida de Málaga y su fácil conexión con el resto de Europa es indudable y esto hace más cercana la ciudad a otros focos tecnológicos en Europa”
Detrás de todo este impulso se encuentra el PTA (Parque Tecnológico de Andalucía) conocido ahora como Málaga TechPark y ubicado en el distrito de Campanillas. Además, la Universidad de Málaga también ha potenciado sus áreas de Informática e Ingeniería y las ha colocado en los 200 primeros puestos del prestigioso ranking mundial de Shanghai.
“La Universidad de Málaga es clave en el ecosistema tecnológico de la ciudad. No solo en la faceta de educación, en la que se expande más allá de las carreras, con másters especializados y cursos experto”, explica Quintero. “Si no también en el ámbito de la investigación y la colaboración con empresas en el desarrollo de proyectos. La Universidad también apoya e incentiva el nacimiento de nuevos proyectos y startups en la ciudad con iniciativas como Link by UMA”, señala.
Para él, también son destacables las aportaciones que hace el Ayuntamiento de Málaga, como el Polo de Contenidos Digitales, y el apoyo que da a las redes de empresas locales. “En el Polo es donde hicimos la primera edición de la Aceleradora de Startups Europeas de Ciberseguridad y el apoyo por su parte fue clave en el éxito del proyecto”, señala.
Sin embargo, esta circunstancia no siempre se ha dado. En 2004, la ciudad era otra, tal y como explica a El HuffPost Joaquín Cuenca, CEO y cofundador de Freepik, empresa malagueña especializada en la producción y distribución de recursos gráficos. “No recibimos ningún tipo de financiación externa. Es algo que es muy común a todas las startups locales que han funcionado, el motivo está ligado a que no había actores de venture capital ni de private equity, al contrario de Madrid y Barcelona”, explica.
Iniciaron como un buscador de imágenes gratuitas a raíz de la necesidad de otro de los cofundadores, Alejandro Sánchez Blanes, entonces empezaron a facturar por publicidad en su web que fue haciéndose más grande y ambiciosa hasta el punto de dejar de ser un buscador y generar ellos mismos el contenido.
“Era algo muy ambicioso porque era como mejorar todo el contenido gratuito que estaba disponible, que entendíamos que no aportaba suficiente calidad”, señala Cuenca. Desde entonces, asegura que el sector ha dado un cambio y que a los agentes básicos como Getty Images o Shutterstock se han sumado otros como Canva, que buscaba romper con las herramientas de creación de contenido de Adobe, o Unsplashed. Esto les hizo evolucionar y crear una herramienta similar que les hiciera generar contenido: WePik.
Estos cambios también se han traducido en el entorno empresarial de la ciudad, que ha crecido exponencialmente desde entonces. “Cuando nosotros empezamos casi todas las empresas eran empresas extranjeras que ponían en Málaga un centro para reducción de costes. En el PTA, que ahora es el Málaga Tech Park”, explica.
“Creo que la mayor diferencia es que las startups modernas que hay en Málaga sí que tiran más de fondos de inversión. En ese sentido están más modernizadas de lo que estábamos nosotros”
“Eso, con el tiempo, creció más de lo que lo hizo la inversión extranjera, que se ha mantenido e incluso ha ido subiendo un poco y han empezado a estudiar más startups de dentro de la de la propia ciudad”, señala. Esto se ha traducido en ayudas para la inversión. “Creo que la mayor diferencia es que las startups modernas que hay en Málaga sí que tiran más de fondos de inversión. En ese sentido están más modernizadas de lo que estábamos nosotros. Se nota que han sido capaces de ir accediendo cada vez más a capital externo”, explica.
Tampoco cree que la universidad tenga un papel tan fundamental. “La Universidad de Málaga ha estado modernizándose, haciendo hackatones, fomentando con concursos que los jóvenes monten empresas y ha estado incentivando el que haya una relación más estrecha entre empresa y universidad pero a mí más que la universidad, lo que me preocupa es el bajo número de ingresados y de egresados que hay cada año en las ingenierías”, señala.
“Creo que habría cierto estigma con la profesión, como ’voy a estar encerrado en una habitación con un ordenador”, se queja y apunta a que la demanda de empleo no ha crecido al ritmo del mercado. “Claramente en la sociedad la demanda de ese tipo de trabajos ha crecido mucho más rápido de lo que mucha gente está percibiendo. “Lo que me preocupa en la UMA, no tanto la institución que los alumnos se sientan atraídos por la profesión”, aclara.
Freepik pasó de ser una empresa con tres trabajadores a tener 570 trabajadores. Su sede está en Málaga pero cuenta con oficinas en Colombia, Dinamarca y Reino Unido. De hecho, en 2018 el Financial Times la incluyó como una de las empresas de mayor crecimiento en Europa.
Esto lo han seguido otras muchas como Froged, Activacar o Logistiko. Todas ellas se encuentran entre las 12 de las 100 mejores startups de España, según un ranking publicado en 2021.
“Málaga ya tenía una buena tracción para acoger a empresas tecnológicas y de nueva creación, tanto nacionales como internacionales. En esto el Málaga Tech Park, el Ayuntamiento y la Junta venían haciendo un gran trabajo conjunto”
A pesar de la creación de lo que se conoce como incubadoras empresariales bajo el sello del Ayuntamiento ProMálaga, Quintero asegura que este caldo de cultivo siempre ha estado. “Málaga ya tenía una buena tracción para acoger a empresas tecnológicas y de nueva creación, tanto nacionales como internacionales. En esto el Málaga Tech Park, el Ayuntamiento y la Junta venían haciendo un gran trabajo conjunto”, señala.
Actualmente, las hay dedicadas a los e-sports o a la logística y próximamente se creará otra para la tecnología del Metaverso, financiado por los Fondos Feder. Este hub desarrollará tecnologías relacionadas con el 6G, la supercomputación, la realidad vrtual, el blockchain o la inteligencia artificial.
¿Será #Málaga el próximo Silicon Valley? 🤔 pic.twitter.com/wpw48MXKn5
Con una tasa cercana al 20% de paro, es de extrañar que Málaga sea referente a nivel empresarial y tecnológico. Sin embargo, tanto Paloma Simón, futura program manager del GSEC, como Cuenca aseguran que sus candidatos provienen de la provincia en la gran mayoría de casos.
“Es cierto que cada vez que publicamos una nueva vacante esta suele tener bastante repercusión localmente y creemos que, junto con el trabajo del Ayuntamiento, la Universidad de Málaga y Málaga Tech Park, es algo que ha podido ayudar a favorecer la atracción de talento y el interés de otras empresas hacia la ciudad”, señala Simón.
Cuenca bromea con que no piden el padrón para trabajar en sus oficinas de la ciudad, donde tienen 420 trabajadores. “Hemos apostado mucho por el talento local. No todo el mundo es de aquí, pero sí que genera interés y la gente se presenta a estas ofertas”, apunta.
Esto sin contar las inversiones internacionales. Por ejemplo, solo la sede de Vodafone generó 600 puestos de trabajo en la capital. Una serie de perfiles especializados que cuentan con salarios de hasta 30.000 euros anuales en el caso de los expertos de empresas como TDK.
Las apuestas de Quintero y Cuenca no van solo por el capital humano, también por aprovechar y revitalizar la ciudad y el casco histórico más allá de los polígonos empresariales o del Málaga TechPark. De hecho, Freepik cuenta con su sede en la céntrica Molina Lario. ”¿Para qué nos vamos a hacer una hora de conseguir a una hora de coche vuelta o media hora de tráfico para entrar a funcionar? Cuando puedo trabajar y bajar abajo con un ambiente mucho más agradable que es el centro, no entiendo que haya que estar en un entorno que naturalmente no me aporta gran cosa. Es un poco por el motivo por que muchas veces se ha vendido Málaga como ciudad, porque tienes mejor calidad de vida”, explica.
“Nos lo tenemos que mirar un poco, por qué no se ve como una alternativa lógica y razonable Málaga o cualquier otro sitio en Andalucía, una región de 8 millones de habitantes que es exactamente igual de grande que Cataluña”
Lo mismo hizo Quintero, quien incentivó que Google llegase a Málaga y colocase su sede en un edificio histórico abandonado en el Paseo de la Farola junto al turístico Muelle Uno. “Fuimos a comer todo el equipo por el Soho, y de nuevo salió el tema de la búsqueda de una nueva oficina, pues llevábamos varios meses buscando. Nuestra compañera Angela Dini nos comentó que paseando por el Muelle Uno había visto un edificio que podría ser interesante. Así que al acabar de comer nos dimos un paseo todos hasta el edificio y nos tomamos algo en un bar que había justo enfrente”, recuerda. “Todos conocíamos el edificio y aunque empezó como una broma, poco a poco fuimos viendo que podría ser una gran ubicación”, señala.
Para Cuenca, quien también trabajó con Google, la noticia de la llegada de la nueva sede es una buena noticia, aunque quedan cosas por mejorar en este ecosistema tecnológico. “Creo que ha necesitado mucho empeño, mucha insistencia de Bernardo para que se lo tomen en serio”, apunta. “Y creo que nos lo tenemos que mirar un poco, por qué no se ve como una alternativa lógica y razonable Málaga o cualquier otro sitio en Andalucía, una región de 8 millones de habitantes que es exactamente igual de grande que Cataluña. Allí no hay ningún problema en entender que es perfectamente viable”, explica.
“Hay que sacudirse unos cuantos complejos y espero que esto sirva para que nos quitemos algunos de encima”, señala. Cuenca apunta a que parte de ese cambio debería pasar por facilitar el acceso a capital riesgo y prohibir las cláusulas anticompetición en los trabajadores.
Para quitarse los complejos y que Málaga se convierta en el esperado Silicon Valley español en generaciones futuras aconseja dos claves básicas: “Buen inglés y, en general, una buena educación”.
Redactora de Life y Tendencias, El HuffPost

source