El pleno del Ayuntamiento de Málaga ha expresado de forma mayoritaria su apoyo a la Torre del Puerto de Málaga, al aprobar una moción del grupo municipal de Ciudadanos que pedía “refrendar el respaldo al proyecto del hotel en el Dique de Levante”, por un lado, e “instar al Gobierno central, a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento a agilizar, en el marco de la legalidad, los trámites pendientes”. Esta moción se ha aprobado con 20 votos a favor (del Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos) y 6 en contra (Málaga Ahora, Málaga para la Gente y el edil no adscrito Juan José Espinosa).

Con esta aprobación en el pleno, el corporación municipal subraya su compromiso con la tramitación del futuro hotel de cinco estrellas gran lujo que hará de Málaga una ciudad clave en el circuito mundial de este tipo de establecimientos, en cuya gestión ya se han interesado tres de las más importantes cadenas internacionales especializadas en este segmento.

Actualmente, tras la aprobación de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP) por parte del Ministerio de Fomento y de la tramitación abreviada del estudio de impacto ambiental de la parcela sobre la que se levantará el edificio, es la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga la que debe aprobar el Plan Especial del Puerto que contempla el futuro hotel. Este trámite dará paso, con la autorización estatal, al estudio de impacto ambiental del edificio, prerrogativa de la Junta de Andalucía.

En total son más de 80 trámites y más de cinco años de plazo los que serán necesarios para obtener la autorización definitiva antes del arranque de las obras. La Torre del Puerto de Málaga contempla una inversión de 115 millones de euros que generarán 350 empleos directos en la fase de explotación del establecimiento más 1.300 durante la fase de obras, según el estudio realizado a tal efecto por la consultora Deloitte.

Constará de 352 habitaciones-suites de categoría cinco estrellas gran lujo e incluye en el proyecto las más avanzadas medidas de ahorro energético y producción de recursos; de hecho, se adelanta más de una década a los estándares que la Comisión Europea exigirá en materia de renovables, eficiencia energética y reducción de emisiones de CO2, incluidos en el Marco del Clima y la Energía planteados para el año 2030.

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A falta de 30 días para el Viernes de Dolores, la calle Ancha del Carmen, está levantada al completo. Ayer, el Hermano Mayor de la Cofradía de la Misericordia, asegurada en un medio de comunicación visual local, que según los responsables de la obra, no habrá ningún problema para el paso de los desfiles procesionales, y de los traslados, por la arteria principal del Perchel sur.

Aseguraba el responsable de la Cofradía del Jueves Santo, que la calle será cubierta con hormigón de limpieza para terminar los trabajos después de Semana Santa. Hay que recordar que el mismo Viernes de Dolores ya pasa por Calle Ancha el traslado de la Expiración y que al día siguiente lo hace el traslado del “Chiquito Perchelero” y de la Señora del Gran Poder. Que el Domingo de Ramos transita por allí la Cofradía de Humildad y Paciencia, al igual que el Miércoles Santo, Mediadora de la Salvación, para terminar el Jueves de nuevo con el “Chiquito”, pero ya esta vez, en su desfile procesional.

Y la pregunta que se hace el malagueño de a pie, es la siguiente: ¿No se podía haber aplazado la obra y empezarla justo después de Semana Santa?

Es cierto que Urbanismo y Cofradías, conviven de manera dificultosa, pero no es menos cierto que los responsables políticos hacen que esa convivencia sea aún más dura de lo que ya es por si sola.

Y si la obra no es aplazable, ¿porqué no se les dice a las cofradías que el paso este año por allí no es una opción, y que tomen un recorrido alterno? Nos ahorraríamos los contribuyentes un dinero.

Este tipo de decisiones, a la larga, de cara a la gente de la calle, no beneficia al mundo cofrade. Pero la calle Ancha, con hormigón, o sin él, es la calle Ancha.

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